Muere niña de 8 años de Covid-19; padres piden vacunación para los niños

  • Ante la importancia de que todos se cuiden, incluso los niños, la pareja que perdió a su pequeña ha mandado un mensaje para que también se vacune a los más pequeños y no se reste importancia sobre ellos.

Agencia

CIUDAD DE MÉXICO. El Covid-19, sigue arrasando con la vida de personas que sin importar la edad se llegan a contagiar. Aunque en un inicio de la pandemia se creía que los contagios se daban principalmente en adultos mayores, con el paso del tiempo se descubrió que la edad no importa para ser vulnerable al Covid-19. Tal es el caso de Cintya Fonteina y Daniel Arias que perdieron a su hija Julieta de ocho años después de permanecer nueve días internada. Ante la importancia de que todos se cuiden, incluso los niños, la pareja que perdió a su pequeña ha mandado un mensaje para que también se vacune a los más pequeños y no se reste importancia sobre ellos.

De acuerdo con Clarín –quien recoge esta historia– esto comenzó el pasado 8 de junio cuando a la menor le salieron unas manchas en la piel. Pecho, lateral de las axilas, piernas y cuello tenía manchas que parecía ser una alergia.

Incluso el médico de cabecera también lo pensó, pues la familia no le informó que una semana atrás toda la familia había sido declarada con covid-19. Esto a pesar de que sólo Cintya Fonteina se hiciera la prueba.

Tiempo después del primer contagio –el de Cintya– su esposo y la mayor de sus hijas empezaron a presentar síntomas. Quien se puso más mal por el covid-19 fue el señor Daniel, pues estuvo 12 días con fiebre. Sin embargo, ningún integrante de la familia llegó a ser hospitalizado.

“Nosotros tocábamos el cielo con las manos que salimos de eso y las nenas no tuvieron complicaciones. Nunca nos imaginamos lo que vino después”, reveló Daniel –testimonio que recoge Clarín–.

Mientras tanto, en medio del contagio, Julieta –la pequeña de 8 años– fue atendida bajo la recomendación médica, colocar pomada en las ronchitas. Poco tiempo después desaparecieron:

“Se lo pusimos cada cuatro horas, como me dijo. A los tres o cuatro días desapareció sin ningún otro síntoma. Quedamos como que era una erupción, un estado alérgico y se fue”, contó la madre de familia.

Aunque pensaron que todo estaba ya en orden, veinte días después de que las ronchas habían desaparecido, Julieta empezó con malestares gastrointestinal y alta fiebre. Fue así que acudieron al Hospital Evita de Lanús, en donde a Julieta le hicieron un hisopado y una radiografía de tórax.

“La médica nos dijo que tenía como un puntito de una neumonía, que si no se le trataba que se podía agravar y hacer más grande”, reveló la madre de la pequeña.

Los médicos recomendaron medicamento que en dado de que lo vomitara debía regresar al nosocomio. Ante la segunda toma del medicamento, Julieta empezó a vomitar.

“Fuimos de nuevo al hospital y me la querían mandar a casa. ‘No, tiene que hacer el efecto el antibiótico’, decían. Yo no me la quería llevar porque sabía que iba a tener que volver”, relató Cintya.

En medio de varios estudios de orina, sangre y su internamiento en el hospital, la madre de Julieta recordó las manchas que había tenido, así que se las mostró a la doctora que los atendía. Para su sorpresa el diagnostico fue inesperado: era covid-19.

“Cuando le muestro la foto a la doctora me dice: ‘Eso es Covid’. Yo no lo podía entender. Había pasado un mes desde que tuvimos el virus y venía lo más bien… Estuvo así hasta el domingo a la mañana. Ese día, justo después de que la doctora pasara a revisarla mi hija me dice: ‘Mami, no puedo respirar’”, reveló la mujer.

Días después la situación se empeoró para la familia de Julieta:

“Vino el neumonólogo y me dijo: ‘Necesito hablar con ustedes. Tenemos que intubar a tu hija’. El oxígeno no servía, tenía mucha taquicardia y no le bajaba la temperatura”.

Los días de hospitalización se volvieron oscuros hasta que el pasado viernes 9 de julio a las 6 de la mañana, Daniel recibió un llamado del hospital. Pidieron que se quedaran cerca por si pasaba algo con la niña.

“A las 11 me volvieron a llamar para decirme que Julieta tuvo un paro cerebral y que era irreversible, que había que esperar que su corazón dejara de latir. Fue un balde de agua fría. Ya eso nos desestabilizó a todos acá”, recordó la familia de la menor.

El covid-19 provocó que Julieta enfrentara una infección en todos sus órganos vitales: pulmones, corazón, hígado.

“Nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira. Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería todo muy distinto. Quedamos a la mitad, nos falta otra mitad que es mi hijita”, expresó Cintya.

Por esta razón, la pareja ha decidido contar su historia, quieren concientizar a las personas que tiene pequeños en casa. La lección es: cuidar a los pequeños, pues también pueden morir a causa del covid-19 y que merecen ser vacunados.

“Si tienen hijos chiquitos y ven unos granitos raros en su cuerpo, vayan a ver qué está pasando. El sarpullido es un síntoma y nosotros nos venimos a enterar ahora. El médico de cabecera tendría que habernos dicho, más sabiendo que tuvimos coronavirus”, externó la familia.

Fuente: Milenio.

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