Tokio 20-21: Un evento lleno de imprudencias
Dylan Vera Silva> Periódico Quequi
Estamos en Mayo, a un mes de que el evento, como lo he descrito en columnas anteriores, con mas problemas y situaciones adversas, aún considerando el periodo de entre guerras, y la guerra fría, se lleve a cabo, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020-21. Siguen muchas interrogantes por parte de los más importantes organismos de salud mundiales y especialistas de deporte sobre el desarrollo de este evento, ¿Debe llevarse a cabo o no?, sigue siendo la interrogante.
Es muy sencillo opinar desde afuera y claro, por “sentido común” decir que es una imprudencia llevarlos a cabo y como lo manifestó Michael Baker, profesor y analista de la universidad de Otago, especializado en epidemiología, “En definitiva, no habrá evento que esté libre totalmente de contagios por COVID-19, no cuando tienes a una cantidad tan fuerte de personas viajando a través del mundo para llegar al evento”, claro está, refiriéndose a los atletas, ya que en cuanto a turistas espectadores, no tendrán presencia.
Michael Baker catedrático y analista en Salud.
Baker, en su función como consejero de salud pública para el gobierno de Nueva Zelanda comentó también que no existe justificación lógica para llevar a cabo el evento, pues la pandemia sigue siendo lo más importante y llevar a cabo el evento es absurdo y costará vidas. En efecto no es la mejor decisión y los debates desde el nivel social hasta el nivel de gobierno en Tokio sigue con esta discordia, sin embargo, ya es muy tarde para cancelar, aún sufriendo la cuarta ola de contagios.
En definitiva no es la mejor decisión seguir con el evento, que el año pasado pronosticaba que para estas fechas el mundo ya habría controlado la pandemia (por lo menos en los países desarrollados, claro está) sin embargo la realidad es completamente diferente y es que cuando se busca dar validez al evento, nos encontramos con opiniones y fuentes que dicen totalmente lo contrario, lo que refuerza la hipótesis de que el evento ya se lleva a cabo por impulsos económicos, de prestigio y políticos mucho más allá de los deportivos.
Michael Osterholm, quien llevó a cabo la función de consejero en cuanto a la crísis y manejo del COVID-19 en el equipo de transición para el actual presidente de los Estados Unidos de Norte América, Joe Biden, comentó que los procedimientos del Comité Olímpico Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020-21 no están basados en la mejor evidencia científica, así como la falta de efectividad en sus procesos para detectar la temperatura y el distanciamiento social entre atletas.
A un mes del evento siguen incógnitas, lo único seguro es que el evento no se va a cancelar, por ende el mundo y los gobiernos que claramente saben de las consecuencias, deberán prepararse para enfrentar las repercusiones que llevar a cabo el evento van a dejarle al mundo, las muertes y contagios, de los cuales ya están avisados serán el costo por no dejar perder la fuerte inversión que ha sido desarrollar este evento para el gobierno japonés y sus patrocinadores.