Directora del DIF obliga a empleados a darle hasta 4% de sus salarios; la SFP lo sabe desde julio
Para mantener su empleo, la directora del DIF y dos colaboradores obligaron a funcionarios a darles entre 2 y hasta 4% de su salario. La SFP recibió denuncias desde hace nueve meses.
Desde marzo de 2019, la directora del Sistema Nacional DIF, María del Rocío García Pérez, y dos de sus colaboradores, obligaron a mil funcionarios de la institución a entregarles entre 2 y hasta 4% de su salario mensual a condición de mantener el empleo. Por este caso, la Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió un expediente de investigación apenas este 23 de abril, pese a que recibió denuncias al respecto desde hace nueve meses.
Animal Político obtuvo las denuncias y recabó seis testimonios de empleados y exempleados del DIF que confirman el modus operandi. Además, todos coinciden en que la directora utiliza como estrategia de amedrentamiento la supuesta amistad que mantiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Muller desde hace más de dos décadas. Esa es la razón por la que –según dice– tiene ese puesto, pues la designación es facultad directa del Ejecutivo.
La misma Rocío García distribuyó entre altos mandos del DIF un listado con las siete categorías de plazas escogidas y los respectivos montos a entregar, que van de los 500 a los 2 mil 500 pesos mensuales. De acuerdo con la nómina de la institución, las categorías enlistadas suman 1,002 puestos de trabajo, por lo tanto, las entregas ascenderían a 658 mil 400 pesos al mes, es decir, 7 millones 900 mil pesos al año.
Las denuncias y las entrevistas confirman que los funcionarios, cuyos sueldos oscilan entre los 12 mil y los 100 mil pesos, debían entregar el dinero en efectivo para el supuesto “Programa Ahijado”, del que no hay registro oficial en la estructura del DIF.
Según les dijo la directora, el dinero serviría para los gastos de la institución que no alcanzan a solventar con el presupuesto público. Sin embargo, los empleados desconocen en qué se han utilizado dichos recursos y tampoco existe ninguna referencia de dicho programa en la página del DIF y mucho menos algún informe.
¿Cómo es que ocurrió esto y por qué nadie ha sido sancionado? Aquí la historia:
Programa Ahijado
No habían pasado ni cuatro meses del nuevo sexenio cuando los funcionarios de alto mando del DIF fueron citados a una reunión con la directora, María del Rocío García Pérez, quien por primera vez ocupaba un cargo en el gobierno Federal. Les pareció raro que les pidieran dejar sus celulares afuera de la sala de juntas, pero acataron la instrucción. Lo siguiente no lo podían creer.
La institución tenía gastos que no podían ser solventados con el presupuesto y, por lo tanto, los funcionarios tenían que “apoyar” al DIF con una parte de su salario que debían entregar cada mes y en efectivo, según les anunció Rocío García, flanqueada por los encargados de los recursos públicos del DIF y sus más cercanos colaboradores, Lilia Aguilar Cortés, en ese momento titular de Administración y Finanzas, y Alfredo Anguiano, entonces director general de Programación y Presupuesto.
El dinero sería para el “Programa Ahijado”, que sin estar en la estructura gubernamental, sería alimentado por las aportaciones de ellos como altos mandos y de sus subalternos, a quienes debían pasar el mensaje y asegurarse que acataran la orden.
Acto seguido recibieron una hoja con el título “Propuesta programa ahijado sistema nacional DIF” (sic) con las tarifas que debían cubrir de acuerdo a la jerarquía de las siete plazas de confianza incluidas: dirección general, 3 mil pesos; jefes de Unidad, 2 mil 500; directores generales, 2 mil; directores de área, mil 500 pesos; subdirectores de área, mil pesos; jefe de departamento, 700 pesos y los soportes administrativos, 500 pesos.
Nadie dijo nada y sin celulares, no pudieron grabar la conversación. Sólo se quedaron con la hoja del listado como única prueba de lo que acababan de presenciar.PUBLICIDAD
Animal Político confirmó lo anterior al obtener tres denuncias interpuestas ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) en julio de 2020 a través de la plataforma de alertadores, un nuevo sistema implementado en la actual administración para el combate a la corrupción.
También al testimonio de seis empleados y exempleados de la institución, y tres de ellos mostraron la misma lista de plazas y tarifas. Sin embargo, pidieron que sus nombres no fueran publicados por temor a represalias, aunque su identidad sí fue corroborada por este medio.
De acuerdo con los testimonios, los titulares de cada área designaban a alguno de sus colaboradores para recolectar el dinero de los subalternos a final de cada mes. Después lo entregaban en la oficina de Alfredo Anguiano Chávez, quien fue ascendido a titular de Administración y Finanzas en 2020, es decir, actualmente se encarga de ejecutar el presupuesto del DIF.
Lilia Aguilar Cortés, entonces titular de Administración y Finanzas, se encargaba de hacer la relación de quiénes y cuánto entregaban. Cuando detectaba faltantes enviaba la lista con los nombres de los morosos al jefe correspondiente para que los presionara. Aguilar Cortés también fue ascendida y actualmente es Jefa de la Unidad de Atención a Población Vulnerable.
Incluso, una de las denuncias refiere que “cada vez que los servidores públicos acuden a ella (Aguilar Cortés) para manifestar su desacuerdo (por la entrega de dinero), ella dice que todo son órdenes de su jefa (la titular del DIF) y que ‘así se hace en todos lados’”.
En una de las denuncias que llegó a la Función Pública, el alertador adviertió que el dinero era depositado en cuentas de “Saldazo”, las tarjetas de débito compradas en tiendas oxxo que no requieren de hacer trámites de apertura en algún banco, y algunas veces eran depositadas “a cuentas de los hijos de Rocío García u otro pariente”. Sin embargo, esto no puede ser corroborado por ninguna vía de información pública.
Otra evidencia de esta práctica se encuentra en un oficio del 2 de diciembre de 2020 firmado por Enrique García Calleja, director general de Asuntos Jurídicos, y Ociel Lua, jefe de departamento de Transparencia, en respuesta a una solicitud de información realizada –al parecer– por algún funcionario afectado.
En la solicitud con folio 1236000032820 se pregunta: “especifique normativamente bajo qué criterio y acuerdo, Sandra Castro Díaz, directora de Adquisiciones y Almacenes determinó y dio la instrucción el día 10 de noviembre de 2020 a su personal de estructura dar un donativo monetario para las familias afectadas por la tormenta tropical Eta. La instrucción la dio de la siguiente manera: soportes: $250; jefes de departamento, $500; subdirectores, $750; director, $1,000”.
El solicitante explicaba que pedía la información porque si bien les entregaron un volante para solicitar apoyo, éste sólo incluía víveres y “en ningún lado de este volante mencionan alguna donación de dinero”. También pedía confirmar si dicha instrucción “es del conocimiento y validado por la titular del DIF, María del Rocío García Pérez”.
En la respuesta, García Calleja confirmó que “el personal de confianza y estructura adscrito a la Dirección de Adquisiciones, en apoyo y solidaridad con la causa, realizó una colecta general de manera voluntaria para la compra de víveres, abarrotes, etc., y posteriormente se hizo una entrega grupal en el Centro de Acopio instalado para tal fin en el almacén de donativos de este organismo”.