Tokio 2020/21; Cuarta ola de contagios, pero todo sigue en pie

Por Dylan Vera Silva

Quequi

En definitiva el análisis que hemos hecho sobre los Juegos Olímpicos de este año, se han centrado en ls medidas sanitarias, casi dejando a lado el deporte, la unión y la sana competencia. Han sido dos años muy difíciles para la humanidad, pero para Japón, en definitiva será un acontecimiento que pasará a la historia.

Estamos a nada de comenzar la justa deportiva más grande del mundo, ya con atletas de diversas nacionalidades en territorio nipón y a pesar de los grandes esfuerzos por contener los contagios y el esparcimiento del Covid 19, este virus no da tregua, al grado que ha sido anunciada la cuarta oleada de contagios que aumenta la preocupación de cara al inicio del evento el 23 de Julio de este año.

Pero lo que más preocupa, en términos sociales, es como se ha intentado buscar un culpable y es por eso que estamos en el punto en el que como ciudadanos debemos reflexionar si es completamente culpa del gobierno o en realidad no todos hemos puesto el suficiente empeño en detener la crísis. Siempre es muy fácil encontrar culpables y señalar como el gobierno no hace su tarea, pero ¿Tú estas haciendo la tuya?.

Una de las medidas que el comité organizador ha anunciado el día de hoy, es que cada participante que llegue al territorio asiático, deberá ser evaluado diariamente, lo cual parece una medida de locura, pues el plan inicial era que esto se llevara a cabo cada 4 días. El tema es que en Japón se registraron este lunes, 3,200 nuevos casos, y sigue en aumento, cifra de sufrimiento para un país tan desarrollado.

Tokio se encuentra en su peor mes desde la tercera oleada en Enero de este año y aquí es cuando nos damos cuenta que relajar ligeramente las medidas de seguridad, fue la peor decision que pudieron hacer, de ahí la inquietud de algunos gobernantes de incluso detener el recorrido de la antorcha olímpica, una pena para la historia de este bello evento y todos sus seguidores.

La verdad es que ya resulta cansado tratar de explicar el por qué del aumento de los casos, mismo asunto que tratar de encontrar los factores que influyen en su repunte y si la sociedad está haciendo lo suficiente, a veces parece un boicot para que este evento no se lleve a cabo, pues vaya que opositories hay y muchos. El gobierno anunció que el estado de emergencia sería «corto y poderoso» y que las medidas de contención durarían dos semanas, entre el 25 de abril y el 11 de mayo.

«Los Juegos Olímpicos no serán muy divertidos si el coronavirus y nuevas variantes siguen expandiéndose. Empresarios y políticos aseguran que será emocionante y entretenido. Puede ser verdad, pero da miedo si no estamos protegidos debidamente», le dice a BBC Mundo Mieko , profesora de ciencias sociales de la Universidad de Waseda en Japón. Debemos recordar que para que el evento sea sostenible (cosa que ya se ve muy lejos) el ingreso económico por parte de los turistas a restaurantes, hoteles y demás atracciones era básico.

Ahora los expertos temen que esta cuarta ola, impulsada por variantes más contagiosas del patógeno, sea más duradera, según admitió a comienzos de abril el profesor Koji Wada, de la Universidad Internacional de Salud y Bienestar en Tokio en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.

«El caso de Osaka ya está siendo devastador y ahora Tokio lucha muy duro para evitar una situación similar», comenta Nieko Nakabayashi. Con el tiempo encima y tantos problemas, definir que es lo mejor, ya es algo subjetivo, pues cancelar, traería un problema gigante como lo he desglosado en notas anteriores, pero según los gobernantes y grupos de presión al interior de Japón, lo más ético es cancelar el evento, sin importar las perdidas. Una locura de opinión, más cuando no eres tú el principal afectado.

No hay que darle tantas vueltas a este problema, simplemente acatar las exigentes normas que el comité organizador ha impuesto y en definitiva, esperar lo mejor. Lo más importante ahora es la solidaridad de todos para que el evento, no sea una bomba del Covid y este evento que se ha retardado tanto, se celebre.

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