‘Zarpazo’ histórico en Qatar

Por José Hernández  

El día de ayer, los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) escribieron su nombre con letras de oro en la historia del futbol mexicano, al convertirse el primer equipo del balompié nacional en alcanzar la final del Mundial de Clubes, con lo cual, también han firmado desde ya la mejor participación en dicho certamen tanto para una escuadra azteca como para un representante de la Concacaf.  

Comandados por el francés André-Pierre Gignac, el conjunto regiomontano superó de principio a fin al Palmeiras de Brasil, escuadra que tuvo en su arquero Weverton a su máxima figura del encuentro, pues con grandes atajadas fue un factor clave para que los dirigidos por el “Tuca” Ferreti no se fueran al frente en el marcador desde la primera mitad del partido. 

La escuadra brasileña logró emparejar las acciones del encuentro y con un disparo de larga distancia realizado por Roni pusieron a prueba al “Patón” Guzmán, quien tuvo que ampliarse a fondo para sacar la pelota, misma que llevaba dirección de gol, pero ya en la recta final del primer tiempo, los felinos apretaron el “acelerador” y tuvieron tres jugadas de peligro por conducto de Gignac y Quiñones, pero Weverton se agigantó para irse a la segunda parte con el marcador igualado.  

Ya para la parte complementaria del encuentro, poco tardaron los Tigres para reflejar en el marcador la superioridad que estaban teniendo dentro del terreno de juego, y fue al minuto 52 cuando un pase filtrado hacía Carlos González terminó en la señalización de la pena máxima en favor de los felinos, debido a que el “Cocoliso” se enfilaba de frente contra Weverton, por lo que Luan García se vio en la necesidad de detenerlo a como diera lugar, jalándolo de la playera.  

Con gran personalidad, André-Pierre Gignac tomó el esférico para cobrar el penal, el cual enfilaría a los Tigres a su cita con la historia; el francés soltó un disparo con potencia hacia el lado derecho de Weverton, quien adivinó el tiro y terminó rozando el esférico, pero el balón terminó incrustándose en el fondo de las redes para poner a los felinos arriba en la pizarra.  

Con el transcurrir de los minutos y al verse en desventaja y neutralizados por los Tigres, el conjunto del Palmeiras comenzó a desesperarse en la búsqueda de igualar el partido, situación que fue aprovechada al máximo por el equipo de Nuevo León, quienes con el “sello” que caracteriza a los equipos de Ferreti comenzaron a “comerse” los minutos del encuentro. 

Los felinos manejaron el partido como sólo ellos saben hacerlo, se apropiaron de la posesión del balón, peloteando de lado a lado con pases fáciles, con lo que llenaron de impotencia a los cariocas, quienes se mostraban incrédulos de estar cayendo ante el campeón de la Concacaf. 

 
Tigres se aferró a sus ilusiones y nadie iba a arrebatárselas, pues ni con seis minutos de compensación cederían la ventaja para cristalizar el sueño de llegar a la final.  

Cabe destacar que el conjunto regiomontano en su primera participación, ya logró tener una mejor actuación en el Mundial de Clubes que algunos de los llamados grandes del futbol mexicano como América, Chivas y Cruz Azul, pero sobre todo, superaron a sus vecinos del Norte, a los Rayados del Monterrey, quienes han participado en la mencionada justa en cuatro ocasiones, logrando el tercer lugar como su mejor actuación. 

Ahora los felinos aguardan por su rival para la final, el cual saldrá del partido que sostendrán hoy el Bayern Múnich contra el Al-Ahly a las 13 horas (horario de Quintana Roo). 

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