Negociar con Trump

Por Jorge Iván Domínguez

*El autor es maestro en gobierno y políticas públicas por la Universidad Panamericana, consultor político y actualmente se desempeña como director de información del Heraldo de México Televisión.

En su libro «El arte de la negociación», Donald J. Trump, enumera algunas de sus máximas a la hora de entablar negociaciones comerciales y con ellas, sacar la mayor ventaja posible.

Una de ellas, fue la que vino a mi mente después de la visita del presidente López Obrador, y a la letra dice: «Algunas de las mejores negociaciones son las que no haces». Sin duda Trump siempre tiene ases bajo la manga y lo que no se mencionó en la innecesaria visita del mandatario mexicano, fue que apenas a tres días de entrado en vigor el T-MEC, el Departamento de Comercio del vecino país decidió imponer unilateralmente aranceles a importaciones de origen mexicano que representan alrededor de 1,200 millones de dólares al año.

Lo que no sólo es golpe económico en plena crisis, sino un golpe político al recién llegado presidente de México, quien como premio a su asistencia pudo traer la cabeza de César Duarte, ahora parece una victoria pírrica comparada con el revés que le impone esta medida a los productores nacionales de transformadores eléctricos y productos derivados del aluminio.

Si bien, este proceso (avalado por la sección 232 del T-MEC) afecta a más países como Canadá, China y Alemania, para nuestro país representa cerca del 40% del total de dichas importaciones, siendo el argumento central del gobierno estadounidense la vulneración de su seguridad nacional.

Dicho lo anterior, se entiende aún más la postura del primer ministro canadiense Justin Trudeau, al no asistir al evento proselitista de Trump disfrazado de visita de Estado, que dicho sea de paso, la prensa americana dejó para sus páginas interiores y las encuestas rumbo a la reelección no se movieron un ápice contra la tendencia a la baja para Trump o al alza para Joe Biden.

Tal vez por eso y al no tener ningún efecto positivo, vuelve a su política proteccionista que afianza su voto duro, compuesto en una significativa parte, por nacionalistas, racistas y xenófobos.

Al respecto, el representante de la Secretaría de Economía de México en Washington, Aristeo López, envió una carta al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, argumentando que la importación de los productos en mención de ninguna manera representa un peligro para la seguridad nacional y que ambos países deberían centrarse en fortalecer los lazos de la relación bilateral, lo que al momento, dicha misiva no ha tenido respuesta.

Las relaciones bilaterales con Estados Unidos nunca han sido sencillas para nuestro país, sin embargo, el propio presidente afirmó que esta visita sería dignificante para el pueblo de México, lo cual nos pone a pensar desde qué óptica puede analizarse de esa manera, porque Donald Trump no tardó más de tres días en darle un revés en el mismo ámbito de negociación que justificaba la visita de López Obrador a Washington.

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