Trabaja Gobierno de Q. Roo en varios frentes para proteger vidas y recursos

 Redacción 
El Gobierno de Quintana Roo trabaja en varios frentes para atender crisis como la de salud por Covid-19; ambientales -incendios y recale de sargazo- y fenómenos naturales, con acciones de prevención y contención para salvar vidas y el patrimonio natural de las y los quintanarroenses.
Igual que procede en cada temporada de huracanes, el gobierno de Quintana Roo activó brigadas ciudadanas, protocolos y monitoreo, para atender la llegada cíclica de sargazo que empezó a recalar moderadamente en las costas y que se prevé será 40% menor que el año pasado, según estimaciones de la Red de Monitoreo del Sargazo en la entidad.
Asimismo, con apoyo de un grupo de científicos elaboró el Plan de Manejo Integral y Sustentable del Sargazo (Plansarg 2019-2024) cuyo objetivo general es controlar el recale masivo con criterios de sustentabilidad; contener la macroalga antes de que provoque daños en la costa y trasladarlo a su destino final sin que afecte al ecosistema. Entre los planes está también aplicar tratamiento de composteo para aprovechar productivamente la macroalga recolectada.
Con base en datos aportados por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente estatal, en 2019 se recolectaron dos mil toneladas diarias de sargazo tanto en altamar como en aguas someras y costas de siete municipios del estado. En estas acciones participa el gobierno de Quintana Roo en coordinación con la Semar, los ayuntamientos, empresarios y miles de voluntarios tanto de las dependencias oficiales como de la sociedad civil.
Desde la sociedad civil la agrupación Unidos por Quintana Roo reactivó, a convocatoria del gobierno estatal, sus brigadas desde el mes de febrero de este año. Esta asociación participó en 2019 con 45 brigadas de voluntarios en Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad, Tulum y Othón P. Blanco. En esas brigadas hubo 5,641 voluntarios que limpiaron 11,039 metros lineales de playas y recolectaron más de 600 toneladas de sargazo, además de brindar pláticas de educación ambiental en escuelas de esos municipios.
Junto con las acciones de los tres órdenes de gobierno para detener el recale masivo, las autoridades estatales han emprendido el impulso de una cultura que contrarreste las principales causas del fenómeno -como la contaminación de los océanos- y permita a las comunidades enfrentar, recuperarse y adaptarse como sucede ahora en cada temporada de huracanes.
En ese sentido el Congreso local aprobó, a iniciativa del gobernador Carlos Joaquín, una ley que prohíbe en Quintana Roo el uso de materiales y utensilios de plástico como popotes, platos, vasos, tasas, copas, charolas, cubiertos, entre otros, así como derivados de poliestireno (productos de unicel). De igual forma, el gobierno de Carlos Joaquín actualizó su Plan Estatal de Desarrollo para que cumpla con los 17 objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, orientada al desarrollo sostenible.
En el otro frente, el de la pandemia por Covid-19, antes del pico más alto de contagios por el gobierno de Quintana Roo amplió en casi 600% el número de camas hospitalarias para atender a los enfermos.
En menos de 15 días se habilitaron 760 camas que se suman a las 130 que había disponibles en los hospitales generales de Cancún, Cozumel y Playa del Carmen. Y se espera que en los próximos días se sumen otras 100, principalmente en Playa del Carmen
Esto significa un incremento de casi 600% en la capacidad para atender la pandemia.
Las nuevas unidades son de estructura alemana, están encapsuladas, cuentan con aire acondicionado y su equipamiento cumple estándares de primer nivel hospitalario, con líneas de oxígeno independientes en cada cama e instalaciones eléctricas para equipos y monitores.

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