El CMB en disyuntiva
Por Alberto Salazar Quequi
Estudia el Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) el destino que habrá de dar al Cinturón Mazahua, un emblema que rinde tributo a esta gran cultura mexicana y que sería entregado al vencedor de una función que se celebraría en el marco de la fecha histórica del 5 de mayo.
El organismo verde y oro planea subastarlo para ayudar a los más necesitados por el Covid-19, o entregarlo a los héroes que luchan contra la pandemia, que son los médicos.
El sábado anterior fue presentada en “sociedad” la nueva joya del CMB-WBC: El cinturón especial que debió ser entregado el 2 de mayo en la pelea entre el campeón mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el británico Billy Joe Saunders y que el coronavirus evitó se concretara.
“Tenemos distintas alternativas, se ha considerado hacer una subasta importante para recaudar fondos, destinar todo a esta situación que estamos viviendo”, informó el presidente del organismo, Mauricio Sulaimán Saldívar.
Como un reconocimiento a los héroes que luchan por salvar vidas, como lo son los médicos y gente de las fuerzas armadas, comentó el dirigente que podrían realizar alguna activación y reconocerlos, o donarlo a algún museo.
“Se podría donar a algún museo importante para su exhibición o hacer una activación dirigida a los héroes que están en este momento en una pelea brutal, que son los médicos y las fuerzas armadas los que están al frente para mantener y ayudar a tantos que necesitan de héroes que les salven la vida”, añadió.
Para la realización de la obra de arte hubo cierta complicación, precisó, pues por las recomendaciones sanitarias se tuvo que realizar en diferentes talleres y el ensamble final fue lo más complicado.
“Se trabajan los cinturones artesanales en tres o cuatro diferentes lugares, pero hay reuniones, mucho seguimiento, mucho contacto, esta vez fue más complicado y la logística para llegar al ensamblado final fue más difícil, pero se logró”.
Finalmente, pese a la pandemia y a que no habría una pelea para entregarlo, dejó en claro que era importante seguir con la fabricación del cetro representativo de lo que es la cultura mexicana, el séptimo fajín y cuarta cultura tras los cinturones Huichol, Chiapaneco y Maya.