Ayuda Divina contra Covid-19
CANCÚN
Por Héctor Bello Guadarrama > Quequi
Por la tarde de ayer, el obispo de la diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo volvió a recorrer las calles de la ciudad para bendecir a los ciudadanos en esta Semana Santa, la cual, debido a la contingencia se desarrolló de una forma distinta a la habitual. El Covid-19 cambia los modos de acercamiento con la grey católica, que reducida al internet por la contingencia sanitaria, impulsó a esta Semana Santa, el pastor de la grey católica, acercara la imagen del Santísimo Sacramento a los pobladores de las zonas marginadas de Cancún.
Desde sus casas, los creyentes se arrodillaban durante su travesía, y se pidió que no se arremolinaran en las calles que estaban prácticamente vacías, debido a la pandemia que enfrentamos; el obispo realizó su recorrido acompañado de música y cánticos religiosos. En entrevista, Pedro Pablo dijo que con fe y esperanza, se saldrá adelante de esta contingencia. Protegido por un barbijo y con evidente emoción, resumió el motivo de esta inusual caravana. “Todos en oración pidiéndole al Señor que se apiade de nosotros y nos acompañe para superar con esperanza y con fortaleza esta situación que a todos nos afecta y nos hace sufrir tanto”.
Ante el pánico que se ha apoderado de la ciudadanía por la incontenible enfermedad viral que ha causado miles de muertos en otros países, apuntó que “nos hace darnos cuenta de que somos muy frágiles, débiles, de que cualquier momento podemos perder la salud, pero debemos tener confianza en Dios y así saldremos adelante”.
El largo recorrido provocó inmediatamente en la página de Facebook centenares de comentarios aplaudiendo al obispo por encarar la lucha en estos momentos, apoyando el esfuerzo institucional, la enorme labor del sector salud que está en la primera línea del combate, pero también animando a los feligreses a reencontrar la fe en Cristo que un día como hoy fue crucificado. Muchos imploraban perdón, se arrepentían de sus pecados, pedían por la salud de todos los fieles, celebraban este acontecimiento y apoyaban al obispo que demostraba que ahí estaba con ellos, con todos los cristianos de las diversas colonias y comunidades. La conmemoración de este acontecimiento tuvo que ser restringida por las circunstancias que se viven.
UN DÍA INTENSO
Muy temprano, bajo la réplica de la Capilla Sixtina el obispo Pedro Pablo Elizondo celebró una eucaristía en conmemoración a la última cena que el señor Jesús tuvo con sus apóstoles y otra en la que se conmemoró el viacrucis de su pasión y muerte, en la que se pidió por la reconciliación y la unción de los enfermos, en esta Semana Santa.
Fue enfático en determinar respeto para los días sacros, en los que la religión y los feligreses comulgan para conmemorar la muerte del hijo de Dios, teniéndose en esta cuarentena, la oportunidad para que en verdad puedan celebrarse los días considerados como santos, en familia y en el hogar.
Ayer, Viernes Santo la Iglesia Católica celebró la eucaristía y conmemoró la crucifixión de Jesús y en el Jueves Santo, el obispo lavó los pies en señal de humildad a tres médicos, simbolizando el trabajo que hacen para mejorar la salud de las personas y en atención a la pandemia por coronavirus.
El titular de la diócesis pidió que desde su hora santa (en referencia de la agonía y oración de Jesús en el huerto de los olivos, la traición de Judas, su prendimiento, pasión y muerte), su ejemplo sirva para mantener la fe en el señor y en toda su santa iglesia.
En su mensaje, el obispo pidió mantener siempre en la familia una Biblia, así como un pan para bendecir, una cruz y un cirio, para conmemorar los días santos en los hogares en compañía de los seres queridos.
Asimismo, señaló que la situación de emergencia que se atraviesa se superará con mucha fe y se sortearán los altibajos que traerán los nuevos tiempos, que adoctrinan sobre la importancia de que estos días, dedicados por muchos a las vacaciones en playas como en Cancún, sea mejor quedarse en casa y estar en familia para recordar la entrega que hizo Jesús para el perdón de todos nuestros pecados.
Remarcó que los feligreses católicos no tienen dónde reunirse, porque está limitado por la emergencia de salud, lo que ha sido una consecuencia de la pandemia de Covid-19, por lo que ahora es a través de medios electrónicos como se puede tener el acercamiento con las celebraciones de las misas.