Senado: 61.7 millones en pobreza, los más vulnerables ante pandemia
El 49.5% de la población vive en pobreza o pobreza extrema.
Unos 61.7 millones de mexicanos en condiciones de pobreza o pobreza extrema, es decir, el 49.5% de la población, son los más vulnerables a la propagación de coronavirus por las condiciones de hacinamiento, falta de alimentación adecuada, informalidad o subempleo y ausencia de acceso a servicios de salud ya sea porque no cuentan con seguridad social o simplemente la infraestructura hospitalaria está en riesgo de colapsarse.
Así lo advierte un análisis del Belisario Domínguez del Senado, sobre los Riesgos de la Pandemia en México, donde se alerta que en el país hay cerca de 3.3 millones de personas mayores de 65 años con más de dos enfermedades crónico-degenerativas, “lo cual incrementa el riesgo de muerte por Covid-19”.
Eso sin contar que la población de más de 65 años para este 2020, es de 9.7 millones de personas, que son las más susceptibles de sufrir complicaciones graves una vez contraído el Covid-19.
Los rezagos históricos en la prevención y en la atención de la salud así como la pobreza que sufre nuestro país, juegan en contra de las posibilidades nacionales para afrontar la epidemia del coronavirus, establece un documento de trabajo del Instituto Belisario Domínguez del Senado denominado Características, medidas de política pública y riesgos de la pandemia del Covid-19.
Sostiene que las limitaciones institucionales del sistema público de salud constituyen condiciones desfavorables que se agudizan ante las restricciones presupuestales recientes en el sector y ante otros desafíos asociados al suministro de medicamentos, la capacidad instalada, el equipo y la infraestructura hospitalaria, el personal sanitario y las estrategias para prevenir y atender la salud pública.
“No hay que olvidar que la cobertura de los servicios de salud en México aún no alcanza a toda la población y se dificulta en los territorios en los que la geografía o la distancia imponen restricciones de acceso”, alerta.
Recalca que el sector de población más vulnerable al virus son las personas de la tercera edad y pacientes con enfermedades crónicas, pero el problema es que sólo hay 3 mil camas para la atención de los casos críticos de las cuales se dispone en el sistema de salud.
CONTAGIOS MASIVOS. De acuerdo con declaraciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, Hugo López-Gatell, en caso de una propagación comunitaria del COVID-19 se esperaría que en nuestro país se contagie hasta el 70% de la población, es decir, de 75 a 78 millones de personas.
De ese universo, la mayoría tendría una infección leve; hasta un 15% pueden tener una enfermedad más intensa y 5% pueden requerir hospitalización.
“Las condiciones de marginación de la población que habita viviendas con escasez de bienes y servicios públicos como agua potable, drenaje y alcantarillado, o que viven en condiciones de hacinamiento o en zonas distantes a los servicios públicos de salud, se vuelven factores sociales que facilitan la propagación no sólo del coronavirus, sino de diversas enfermedades infectocontagiosas”, establece.
Asimismo la saturación y el estado de los servicios públicos para el transporte de pasajeros a nivel urbano, pueden representar un foco de propagación importante, si los recursos presupuestales, el personal y las acciones de mantenimiento no garantizan la higiene necesaria para los usuarios.
El análisis considera que la evolución de la epidemia del Covid-19 en México “puede incrementarse por las condiciones socio económicas del país, que constituyen un mayor riesgo en comparación con otros países desarrollados”.
“Los rezagos estructurales en el desarrollo nacional, pero también las deficiencias estructurales de las instituciones del sistema de salud configuran un entorno de vulnerabilidad que podría facilitar el comportamiento de la epidemia y la saturación de los servicios de salud”, considera.
FACTORES DE RIESGO. El IBD advierte que ante esta emergencia que atraviesa el país por la epidemia del coronavirus, las condiciones socioeconómicas de la población y la pobreza son uno de los factores más importantes que deben considerarse, pues permite estimar la capacidad de respuesta de la sociedad mexicana ante la epidemia y sus consecuencias económicas.
Detalla que 20.2 millones de mexicanos no tienen acceso a servicios de salud, 24.7 millones no cuenta con servicios básicos en su vivienda, y 13.8 millones no tenía condiciones mínimas de calidad y espacios.
Asimismo 25.5 millones de personas no tienen acceso a una alimentación suficiente y adecuada.
A estas condiciones deben sumarse otras relacionadas con la situación laboral donde en este año la tasa de informalidad alcanzó 56%, y la tasa de desocupación o desempleo fue de 3.7% de la Población Económicamente Activa.
En ambos casos se trata de personas sin acceso a servicios de salud, lo que los hace más vulnerables en caso de que se contagien por el Covid-19.
SIN PRUEBAS PARA EL COVID-19. El estudio del IBD advierte que una de las primeras limitaciones del sistema de salud ante la epidemia es la aplicación de las pruebas para detectar el Covid-19.
Recuerda que para la primera fase de la epidemia se contaba con nueve mil 100 pruebas para el coronavirus, 850 de las cuales se habrían aplicado hasta el 18 de marzo. El costo de producción de la prueba se estima entre 2 mil y 2 mil 300 pesos.
Las instituciones acreditadas para el diagnóstico del Covid-19 en la Ciudad de México son el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el Instituto Nacional de Nutrición, Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, Hospital de Especialidades La Raza del Seguro Social, el Instituto Nacional de Pediatría y el Hospital Infantil de México.
Además, fueron autorizados los laboratorios de las secretarías de Salud de los 31 estados, los de los institutos nacionales de Salud, del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, así como tres hospitales y 16 laboratorios privados.
El análisis establece que el desempeño de la economía actual del país configura un entorno poco favorable para enfrentar el impacto que tendrá esta epidemia por la fragilidad que presenta el dinamismo productivo.
Agrega que con el estancamiento en el crecimiento económico que se registra en México desde el tercer trimestre de 2018, se perfila una situación de expectativas desfavorables para el desarrollo nacional, pues se han debilitado las cadenas de producción, la exportación, la inversión y el empleo, a lo que se suman los desequilibrios recientes sobre el tipo de cambio, los precios del petróleo y las caídas en la bolsa de valores.
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