EL BESTIARIO Santiago j. Santamaría Gurtubay

Los calzoncillos usados de Al Bagdadi

Los kurdos aseguran que uno de sus espías los robó, lográndose el ADN del califa del ‘Estado Islámico’ y su autoinmolación en Siria…

Criticado por abandonar a su suerte a sus aliados en la lucha contra el Estado Islámico (Isis, en inglés), al despejar el terreno para la ofensiva turca en el norte de Siria a principios de octubre, el presidente Donald Trump ha tendido en los últimos días a minusvalorar la participación de las fuerzas kurdas en el asalto que, la noche del pasado sábado, 26 de octubre, acabó con la vida de Abubaker al Bagdadi, líder del grupo terrorista y el criminal más buscado por Estados Unidos. Al dar cuenta de la operación, en su discurso a la nación el desagradable y desagradecido Trump explicó con sus acostumbrados «fake news’ que los kurdos no llevaron a cabo “ninguna labor militar”, pero reconoció, a regañadientes y con su pelo rubio zanahoria encrespado como nunca, que proporcionaron información “útil”. Ahora ha trascendido que, según el alto consejero de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Polat Can, esa información “útil” incluía nada más y nada menos que los calzoncillos de Al Bagdadi. Al parecer estaban sucios y sin lavar desde hace bastantes días, es decir ‘madurados’, con un ADN perfecto, “adornado de colores amarillos y canelas”, según palabras textuales de los médicos expertos.

La verdad es que esta noticia no cuadra demasiado en una historia seria de agentes secretos, expertos en quereres y odios de inteligencias y contrainteligencias. Surgen muchos interrogantes por doquier, sin responder: ¿Cómo logró hacerse con una prenda tan íntima del yihadistahomófobo, quien dudaba en arrojar al vacío desde las azoteas desde sus medersas (escuelas coránicas) a todo gay que se topara por el camino, aunque se tratara de uno de sus propios milicianos y futuro ‘mártir’ de su ‘Cruzada contra los Infieles’, la Jihad? ¿Estaba enrollado el espía kurdo -en Cuba se dice de la borrachera que es una kurda- con el califa o alguna de sus mujeres? ¿No se habrá equivocado Donald Trump y nos estará contando una aventura de Mortadelo y Filemón, Agencia de Información, del creador catalán de comics, Francisco Ibáñez, nacido en Barcelona, España?¿Los calzoncillos eran de Calvin Klein, la marca de modelos como el canadiense consentido Justin Bieber, a quien le vemos como el niño que sigue cantando su «Baby»; o del actor norteamericano Mark Wahlberg y su Ted, su oso de peluche grosero; o del futbolista británico David Beckham, quien convirtió los vestuarios del Real Madrid en una clínica de tatuajes y ‘metrosexuales’, es el caso del portugués Cristiano Ronaldo o del español Sergio Ramos? En aras a globalizarse en mercados cautivos, la compañía estadounidense Calvin Klein lanzó semanas atrás una campaña mostrando a sus modelos con pelos en las axilas, curvas y demás detalles que anteriormente no eran aptos en el mundo de la moda. La firma de ropa interior publicó las fotos nada estilizadas de sus modelos. “Me siento extremadamente cómodo en MyCalvins, solo porque me siento extremadamente cómodo en mi propia piel”. Revisamos, por si acaso, las fotos de los nuevos ‘guaperas’… No hay, por ahora, nadie que se parezca al yihadistaautoinmolado barbudo gordito velludo.

Justin Bieber, cantante, compositor, músico y bailarín canadiense, y no tan joven de 25 años, es el rostro de Calvin Klein, por lo que no sorprende que reciba muchos regalos de la popular marca de ropa interior. Sin embargo, durante una entrevista Justin Bieber aseguró que le envían tantísimos calzoncillos que los puede tirar después de usarlos por primera vez: “No uso el mismo par de ropa interior dos veces”. El cantante aseguró, haciendo gala de su habitual solidaridad y lucidez intelectual, que podría haber “personas en África utilizando mis calzoncillos”. El «artista» llegó del frío canadiense, unos pocos años atrás, al Caribe Mexicano, seduciendo a las quinceañeras de Playa del Carmen, con su cara angelical y marcados rasgos sicóticos y su cuerpo atlético en prematura decadencia con sospechosos síntomas de barriga cervecera a lo Leonardo DiCaprio. En las ruinas mayas de Tulum se equivocó, gritando, chocando y peleando con otros visitantes y ‘guaruras’ del lugar. Desconocía que estaba en Zona Rebelde, con ‘milicianos’ de ficción, pero guerrilleros al fin y al cabo, prestos a reanudar la Guerra de Castas, aplazada por un acuerdo de armisticio, un tratado de no agresión actualmente vigente, muy similar al existente entre las dos Coreas. David Beckham confirmó, en la misma línea que Justin Bieber, que cada dos semanas compra cuarenta pares de calzoncillos iguales, pues no puede soportar el hecho de ponerse dos veces la misma ropa interior… Aparquemos estas reflexiones íntimas de Bieber y Beckham y volvamos a centrarnos en Abubaker al Bagdadi, su desaparición, y su repercusión en el futuro de su distópico «Estado Islámico»…

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