Buscan cuidar el ambiente
Cancún
Debido a las afectaciones que enfrenta el sector turístico debido al cambio climático, la Riviera Maya fue incluida dentro de los tres sitios piloto del país donde se pondrá en marcha el programa Proyecto de Adaptación al Cambio Climático para el Sector Turístico (Adaptur).
En este marco, ayer se llevó a cabo un taller de capacitación a medios de comunicación sobre Adaptur, el cual estuvo a cargo de la consultora en comunicación del programa, Nashieli González Pacheco, quien detalló que los otros dos sitios donde se implementará son San Miguel de Allende y Riviera Nayarit.
Explicó que el programa es financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear y forma parte de la iniciativa internacional de cambio climático (IKI), a fin de apoyar al sector turístico para adaptarse al cambio climático.
El objetivo es reducir los riesgos que enfrentan las empresas turísticas debido al cambio climático y proteger los activos naturales de los que se beneficia el sector, como playas, arrecifes, selvas y biodiversidad, así como garantizar los servicios ecosistémicos que requiere (suministro de agua, protección contra huracanes e inundaciones, entre otros).
El proyecto es implementado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo y las Secretarías Federales de Turismo (Sectur) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a través de la Dirección General de Políticas para el Cambio Climático, además de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp) y el Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC).
En este marco, comentó que los estudios muestran una vulnerabilidad costera muy alta debido a los cambios climáticos, que en los próximos 50 años afectarán al sector turístico, cuyas pérdidas se han incrementado 30% por cuestiones relacionados con el clima para alcanzar los 14 mil 700 billones de dólares entre los años 2000 y 2014, que se traducen en aumento en el costo de operación de las empresas y daños a su infraestructura, que derivan en una menor afluencia turística.
Por Blanca Silva