
Desbordada la delincuencia en Solidaridad
PLAYA DEL CARMEN
Por Redacción > Quequi
A casi 100 días de que inició el gobierno de Laura Beristain Navarrete, se recrudece la violencia en los últimos días de 2018, el más sangriento año del que se tenga registro en la historia de Playa del Carmen.
Esto, porque la bola de nieve que comenzó a rodar por el despeñadero de la inseguridad en el gobierno de Cristina Torres, no ha podido ser frenada por la presente administración, en una clara muestra de que al menos de arranque la estrategia trazada en materia de seguridad pública es fallida, toda vez que el número de detenciones en delitos de alto y bajo impacto es casi nulo en comparación de los índices de criminalidad que se desbordan en este que ha sido considerado por algunos como “el gobierno sin gobierno”.
Prueba de lo anterior fue el fin de semana sangriento, el último del año, con el que se cierra tristemente con una violenta tanda de delitos, que incluyen dos ejecuciones, un herido grave de bala, un robo a mano armada por un convoy «armado hasta los dientes» y también un intento de secuestro de una menor en calles de la colonia Colosio, que fue frustrado no por elementos de la Policía Municipal, sino por los vecinos de la niña que estuvo a punto de ser plagiada, a plena luz del día.
Ayer se cumplieron apenas 91 días de iniciada esta administración y tan sólo al rosario de 69 ejecuciones que dejó el gobierno de Cristina Torres ya se le han añadido 29, con un herido grave en el Hospital General, debatiéndose entre la vida y la muerte.
Lo anterior, producto de un ataque armado ocurrido al filo de la medianoche en uno de los más transitados cruces de Playa del Carmen, el de las avenidas Constituyentes y Arco Vial, donde en el estacionamiento del restaurante Boston’s un grupo armado disparó contra dos hombres que recién salían del establecimiento, tras avanzar unos metros en una camioneta BMW, en cuyo interior quedó el cuerpo sin vida del copiloto y donde el conductor malherido logró avanzar unas cuadras para llegar al Hospital General, donde su estado de salud se reporta como grave.
Horas antes, por la mañana, en el fraccionamiento Palmas II, al norponiente de la ciudad, fue hallado el cuerpo de un sujeto ejecutado, quien presentaba heridas de arma de fuego en abdomen y mentón, en la calle Flor de Ciruelo con Palma Silvestre.
La madrugada del día anterior, con armas al parecer de alto poder, al menos tres sujetos golpearon y amagaron a empleados de una gasolinera de la avenida CTM y 125, donde se llevaron la caja de seguridad, tras encerrar a los trabajadores.
Por si fuera poco, la mañana del domingo, vecinos de la calle 100, entre las avenidas 25 y 30, fueron los encargados de frustrar un aparente secuestro en contra de una menor de edad, quien estaba en una tienda cuando unos sujetos descendieron de un vehículo para intentar “levantarla”; reportes preliminares indican que la menor gritó, alertando a los vecinos quienes al asomarse ahuyentaron a los desconocidos.
Ni en el asalto con lujo de violencia y a mano armada ni en la ejecución de Palmas II ni en el ataque armado que dejó un ejecutado y un herido de gravedad fuera del Boston’s ni en el intento de secuestro la Policía Municipal, tras los operativos de búsqueda, logró detener a ninguna persona.
Reflejo de lo que ocurrió durante todo el año, en el gobierno cristinista y ahora en la administración de Laura Beristaín Navarrete, es el rojo final de 2018 que sufre la sociedad solidarense ante una estrategia de policía próxima que sirve para la foto, pero que no es efectiva en sus resultados.