Despiden a George Bush
WASHINGTON
Por Agencias Quequi
Estados Unidos despidió ayer en Washington a George Bush padre, fallecido el pasado 30 de noviembre a los 94 años, en una ceremonia que ha reunido a todos los presidentes vivos del país, junto a las primeras damas, y que ha brindado una suerte de tregua institucional en la crispada era de Donald Trump. El actual mandatario y Melania Trump se sentaron en la misa junto a Barack y Michelle Obama, Bill y Hillary Clinton y Jimmy y Rosalynn Carter. George W. Bush, hijo, llegó junto a su familia. Líderes y personalidades internacionales como la canciller alemana Angela Merkel, el rey Abdalá de Jordania o el príncipe Carlos de Inglaterra también acudieron al funeral de Estado por el presidente que gobernó entre 1989 y 1993 y selló el fin de la Guerra Fría.
EMOTIVO
Bush hijo recordó la figura de su padre con humor, destacando que no era exactamente un Fred Astaire en la pista de baile y que le sentaba rematadamente mal el brócoli, aunque también ensalzó la «integridad» con la que sirvió a Estados Unidos. «Fue un gran presidente, un diplomático de capacidad inigualable», dijo el también presidente Bush, desde 2001 a 2009. Se le quebró la voz al final, cuando dijo: «Fue el mejor padre que un hijo o una hija podría tener».
Estados Unidos no tiene realeza, pero la solemnidad y adoración por el rito que envuelven sus ceremonias políticas -de la toma de posesión de la Presidencia al adiós a un mandatario- hacen palidecer muchos fastos monárquicos. Es también un país delicado con los símbolos, volcado en los detalles poderosos que crean relatos, y de ahí el protagonismo de Sully, el perro guía de Bush hasta el final de sus días, cuya imagen tumbado en el suelo, velando el cadáver de su dueño, fascinó a medio mundo; al igual que el sobrecogedor saludo de militar del senador Bob Dole, de 95 años, que llegó en silla de ruedas ante el ataúd y, con ayuda de un asistente, se levantó temblorosamente para cuadrarse ante su viejo rival de las primarias republicanas de 1988.