Se apoderan invasores de Pto. Aventuras

Por Luis García › Quequi

S

e registra una nueva invasión en Puerto Aventuras, con la cual sumarían tres asentamientos ilegales en la delegación, según declaró Antonio Hernández Marrufo, delegado de la población, quien señaló que sumarían aproximadamente unas cuatro mil personas, las que estarían ocupando los predios de manera ilegal.

Hernández Marrufo comentó, que esta ocupación comenzó hace una semana y que hasta el  momento no se ha registrado ningún hecho violento.  Dijo que se trata de poco más de 300 personas, de las cuales el 90% son pobladores de Puerto Aventuras, quienes están realizando labores de desmonte, incluso han comenzado con la construcción de palapas en un predio ubicado un costado de la Unidad Deportiva, al cual ingresaron por la calle Eje del Equilibrio, cerca del acceso al fraccionamiento Puerto Maya.

Comentó vía telefónica, que se entrevistó con los invasores y que no se aprecia que detrás de este movimiento estén inmiscuidos algunos líderes; sin embargo, fuentes extraoficiales señalan que detrás pudiera estar la exdelegada de Puerto Aventuras, Doris Jiménez Luján.

Por su parte, el secretario general del Ayuntamiento, Alberto Farfán Bravo aclaró, que este predio invadido no pertenece al gobierno municipal sino a un particular, pero, dijo, desconoce de quién se trata porque hasta el momento no se ha presentado ninguna denuncia que permitiría que intervenga la autoridad con un desalojo.

“Es una propiedad privada, no es una propiedad del gobierno municipal, tiene que mediar la denuncia del propietario del predio para la intervención de la autoridad”, señaló.

Comentó que la Policía Municipal está vigilando esta zona para garantizar que el entorno se mantenga en paz y que no se puede actuar hasta que el propietario se haga presente a reclamar lo suyo.

APATÍA

La misma característica de población flotante que tiene Solidaridad lo convierte en un municipio propenso a las invasiones.

En la intentona de invasión que se registró hace unos meses en los linderos del fraccionamiento Tumben Chilam, frustrada por la Policía Municipal, el grupo de invasores reclamaba “y por qué en In House, si los dejaron y a nosotros no, lo que queremos es un pedazo de tierra para nuestros hijos”

Argumento detrás del cual se puede apreciar la apatía que las autoridades de los tres niveles de gobierno que no han puesto la debida atención a esta problemática, que no solamente se trata de la tierra.

Detrás de las invasiones hay intereses de líderes, cobijados por funcionarios, que son permisivos en estos oscuros tejes y manejes, a cambio del apoyo de los grupos borreguiles que ya sea sirven como grupos de choque o como gente que apoya en campañas políticas y en procesos electorales.

EN BOCA DEl LOBO

Es sabido que cuando ocurre un hecho violento en la invasión de las torres, incluso los socorristas que deben atender el reporte, piden que el lesionado sea “sacado” de la invasión por temor a sufrir agresiones. Alguna vez, incluso, a una reportera que cubría un evento policiaco, de manera por demás violenta le arrebataron su cámara y la amenazaron para que se retirara.

Paramédicos de la ambulancia 911 vivieron la misma suerte en In House, cuando acudían a atender a un baleado, luego de que la turba enardecida de invasores intentó voltear la unidad médica, lo que los orilló a huir a toda velocidad, sin poder atender al lesionado que luego perdió la vida.

Las invasiones en Solidaridad son pues, verdaderas bocas de lobo, focos rojos de delincuencia y violencia que se desarrollan en condiciones precarias, sin servicios, en la oscuridad, que encubre el crimen, la venta de drogas, el abuso en contra de las mujeres, secretos entre voces en terrenos donde sigue imperando la ley del más fuerte.

Como ejemplo está el intento de desalojo que se registró en In House, donde al menos unos 30 uniformados de la Policía Municipal resultaron lesionados, incluyendo los altos mandos, que tuvieron que retirarse ante la fiereza de los invasores, quienes como ventaja tuvieron el conocimiento del terreno en la oscuridad.

Ahora, con esta tercera invasión que ocurre en Puerto Aventuras, se pone de manifiesto que la práctica se hace cada vez más común y que los intereses económicos siguen estando detrás. En el lugar, algunas personas soltaron la sopa: los terrenos los estaban ya vendiendo en la cantidad de mil pesos.

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