La jiribilla Jorge González Durán

Calaveras de don Octavio

 

Jorge González Durán

 

Don Octavio del Castillo, fallecido hace casi nueve años –el Don no es un formalismo, sino que se lo ganó a lo largo de su vida con una conducta ejemplar-, fue un puntual cronista de esta ciudad, con sus apuntes de prensa y con sus celebradas “calaveras” que a principios de cada noviembre eran esperadas con alegría y expectación por sus numerosos lectores.

Del Castillo escribió a lo largo de un cuarto de siglo artículos de fondo y comentarios varios acerca de la vida cotidiana de Cancún. Desde la basura, los baches hasta temas de inseguridad y corrupción eran abordados por su pluma ágil y, sobre todo, comprometida con la ciudad. Asimismo, cada año, en el Día de Muertos, publicaba y difundía por la radio sus “calaveras” en las que hacía el retrato satírico de muchos de los personajes de la política, la economía, la cultura, el periodismo y el espectáculo de la ciudad.

Fue una persona muy respetada y apreciada en todos los círculos sociales de Cancún. Ocupó ocasionalmente cargos menores en el Ayuntamiento, y nunca usó su carácter de periodista para distraerse de sus funciones. Fue un servidor público modesto, eficiente y honrado. Prendas de las que muy pocos pueden presumir ayer y hoy.

En 1988 publicó su Antología de Calaveras Políticas y Algunas Notas Rimadas, que se agotó en poco tiempo. Posteriormente, en noviembre de 2007, la Casa Internacional del Caribe, una nueva antología de sus calaveras. El texto de presentación de “la nueva antología VIP” informa que don Octavio llegó a residir a Cancún en 1976 por “situaciones de tipo familiar (dos de sus hijos decidieron estudiar Ciencia y Tecnología del Mar), y también por razones económicas (el deseo de buscar un mejor futuro para su familia), fue lo que lo impulsó a realizar este cambio radical de venir y establecerse a este –entonces sí- paraíso del Caribe mexicano”.

Muchos recuerdan con un agradable sabor de boca la participación de don Octavio en programas radiofónicos como El Tábano, conducido por Marcos Ortega y Benjamín Castro, en la desaparecida radio Pirata. También tuvo espacios en radio Caribe y en radio Ayuntamiento. Durante dos años consecutivos obtuvo el primer lugar en el concurso de calaveras de la Casa de la Cultura. Asimismo, sus crónicas sobre la vida cotidiana de la ciudad son imprescindibles.

Don Octavio es de esos personajes que le dieron identidad a nuestra ciudad. Por eso lo recordamos en estas fechas en que se extrañan sus “calaveras”.

 

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