LA COLUMNA Gerardo García
¿Escondemos los cadáveres en la alfombra?
Y dirá el lector, no con poca razón, que ahí va de nuevo el columnista a sacar aquello de la venta del camello. Pero es que no se trata de un dicho repetido hasta la saciedad en la industria turística, sino la síntesis de una declaración de un secretario de Estado. Y pues sí, para vender el camello, dice él, hay que hablar bien de éste.
El asunto es que es difícil hacer que el comprador no vea que trae rota una pierna.
Ya no era una aparición política en una de las pasarelas que han organizado para los aspirantes a la candidatura presidencial del PRI. Era, la del secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, un encuentro con los medios al inaugurar anteayer en Cancún el Travel Mart. No podía dejar de ser interrogado sobre el impacto que generan los warnings del Departamento de Estado del gobierno estadounidense en la llegada de viajeros al país, y sobre la inquietud que han mostrado los principales capitanes de esta industria. Pues así, el secretario De la Madrid afirmó que no había tal reducción y responsabilizó de las advertencias de viaje a las noticias que se publican sobre hechos de violencia que han sucedido en los destinos turísticos.
“No seamos nosotros los mexicanos los primeros que estemos constantemente marcándonos como un país inseguro, porque un día la vamos a pagar. Si nosotros logramos convencer al mundo de que somos un país inseguro tendremos menos turistas, menos empleo y progreso para todos¨, aseguró
Es necesario, dijo, que se difunda que las posibilidades de que la inseguridad afecte a los turistas extranjeros es baja y los niveles de inseguridad también, respecto de ciudades de donde provienen los turistas.
Y entonces, de acuerdo con el secretario, si se van a publicar notas de violencia, mejor hay que poner en una portada de un periódico en Cancún o Los Cabos un asesinato en Chicago que una ejecución en la Quinta Avenida de Playa del Carmen.
Es cierto, sí, que la inseguridad, que la ola de ejecuciones que han sacudido los destinos turísticos no han afectado a los turistas. También es verdad que las ejecuciones relacionadas con el narcotráfico, tanto en Los Cabos como en Playa del Carmen o Cancún, han llegado ya a las zonas donde se mueven miles y miles de viajeros. Hechos que se dan a conocer no sólo en los medios tradicionales, sino incluso a partir de las redes sociales de quienes los han testificado. Hechos que son una realidad.
No sé, y quizá el secretario De la Madrid lo sabe bien porque así lo afirma, si la Embajada de Estados Unidos en México (y sus consulados) fundamenta los informes que da al Departamento de Estado de su país en notas periodísticas. Desconozco si los funcionarios consulares diseminados en distintas ciudades (incluyendo Cabos y Cancún, así como en todas aquellas que hay un buen número de ciudadanos norteamericanos viajando) envían sus reportes a partir de recortes de periódicos. Sé, eso sí, que hay una fuerte vinculación con los aparatos de seguridad del Estado Mexicano y los del gobierno vecino y que los agentes consulares tienen acceso a la información real sobre los hechos de violencia que suceden.
El secretario Enrique de la Madrid es uno de los mejores que han pasado por el edificio de Mazaryk. Comprende muy bien la industria y la ha apoyado en la medida de sus posibilidades. Le ha tocado cacarear el huevo dorado de la gallina y ha sido un buen facilitador para el sector. Creo que en este caso no atina a la verdad. Él mismo ha declarado que la inseguridad es el reto a vencer y que los hechos de violencia, no su publicación, han impactado al país.
Lo que hay que hacer, en todos los órdenes de gobierno, es evitar la violencia. El silencio no sirve ni para los inocentes.