La tierra pide auxilio: Omar

Por Heiby Morales>Quequi

 

Pareciera que Dios está enojado, pero no es así. Lo que sucede en el mundo no es por la ira de Dios, sino consecuencia del hombre y sus desórdenes y, aunque en la Biblia dice que sucederán terremotos y catástrofes, este aun no es el fin, aseguró el padre y vicario de la Catedral de Cancún, Omar Mauricio Cortés, quien resaltó que lo que sí es importante recalcar es la presencia de Dios por medio de los hombres que se suman desinteresadamente a ayudar sin mirar a quien; sin embargo, consideró que Corea del Norte es quien podría estar detrás de estas catástrofes y reconoció el apoyo de los “ninis” y “milenians”, quienes han dado una cátedra de solidaridad a los mexicanos.

“Huracanes y terremotos están golpeando el Caribe y Pacífico. Son cosas que pasan, que han pasado a lo largo de los siglos y seguirán pasando. Tomemos en cuenta que la naturaleza tiene sus ciclos, que está viva, por eso se mueve y tiene sus formas de expresar cambios, pero que no es una función divina el estar mandando huracanes. Son tiempos de afianzar la fe y la confianza en Dios en estos tiempos difíciles”, manifestó el párroco en entrevista con Odalis Gómez y José Luis Palomo en “¿Y Los Jóvenes Qué?”.

Durante el programa de radio que se transmite por QFM 104.3 los sábados de 11 a 12, el sacerdote hizo énfasis que, incluso, las catástrofes naturales que están sucediendo pudieran estar directamente relacionadas con el sentido de guerra y odio, manifestados en las pruebas nucleares, como las que realiza Corea del Norte, pues el Centro Sismológico de China está pidiéndole a ese país que dé un reporte claro sobre las pruebas nucleares que ese país ha realizado desde el tres de septiembre.

“Es una rara coincidencia que en cuanto Corea del Norte inició las pruebas nucleares se nos vengan dos sismos de tal magnitud días después (el siete y el 19). Pero no solo está sucediendo en México, sino también en Corea del Sur y Japón, por lo que puede haber ahí una expresión más física del hombre contra el hombre, que divina, de Dios contra el hombre por sus maldades. Que sí hay maldades, pero cada quien sufre consecuencias por lo que hace”, expresó.

Concluyó diciendo que las iglesias católicas están sirviendo como centros de acopio para que los ciudadanos sigan compartiendo despensas  que serán trasladadas a los poblados más damnificados por los terremotos y huracanes. Reconoció el despertar de los jóvenes considerados como “ninis” o “milenians” que son los que más están ayudando en estos momentos de dificultad.

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