Exigen justicia por Mara
CIUDAD DE MÉXICO
Por Agencias Quequi
Miles de personas no sólo en la Ciudad de México, sino en varios estados de la República Mexicana, salieron ayer a las calles, en protesta por el asesinato de la estudiante de 19 años, que desapareció el pasado 8 de septiembre después de que abordó un coche de Cabify, para volver a casa tras salir de fiesta con sus amigos. Las marchas no solo exigen justicia, también son un grito para poner freno al acoso, el miedo y la inseguridad que padecen las mujeres a diario por el hecho de ser mujeres.
Pasado el mediodía, cientos de personas, principalmente mujeres, comenzaron a reunirse al exterior de la Catedral Metropolitana para marchar, con rumbo a las instalaciones de la Procuraduría General de la República para exigir justicia por el crimen de Mara Fernanda Castilla y pedirle a las autoridades todo el peso de la ley contra el hombre que la asesinó, por lo menos 85 años de prisión.
Al grito de «no nos maten por ser mujeres», las manifestantes caminaron por calles del Centro Histórico, gritando consignas y reclamando el alarmante incremento de los feminicidios en el país, luego de que el viernes pasado, la estudiante Mara Castilla, fuera encontrada sin vida en el Estado de Puebla.
Ante el edificio de la PGR, las y los presentes exigieron las autoridades el cese del aumento de los feminicidios. Asimismo, está marcha fue replicada en varios estados como Puebla, Jalisco, Coahuila y Veracruz, donde se juntaron más de tres mil personas, con la misa consigna.
“No hay mujer en México que no haya sentido acoso”, aseguraba este domingo Aidé Bravo, de 37 años, durante la marcha en la capital del país. Cerca de ella, Marta Albores, de 30, insistía en que la única solución ante esta lacra “es cambiar la cultura machista, lo que les enseñamos a nuestros hijos e hijas”. Con voz quebrada, Estefanía Morales, otra asistente a la protesta, recordaba que el crimen de la joven Castilla no es un hecho aislado. “Todos [los feminicidios] importan, pero este debe ser la gota que derrame el vaso”.