La Columna Gerardo García

Lidia y Los Cabos: promover es no mentir

Gerardo García

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Es que la realidad se impone. Realidad que no tiene que ver con el tremendismo. Es cierto, pues, que la tarea a realizar en un destino turístico luego de un desastre natural es promover, pero antes, sin duda, recuperar. Y es que el orden de los factores sí altera el producto.

Fue una tormenta tropical muy fuerte. Los Cabos, todo el estado de Baja California Sur, se vio impactada la semana pasada por «Lidia», este meteoro que recorrió lento esta región, dejando en tres días el nivel de lluvias que regularmente cae en ocho meses. De ese tamaño fue el impacto. Es un hecho que el agua afectó cientos de viviendas, infraestructura vial y servicios. Es cierto igual que la autoridad ha respondido con rapidez y se han recuperado servicios como luz, agua. y los daños en carreteras están en proceso ya de reconstrucción.

Hasta ahí todo bien

Es importante para un destino turístico como Los Cabos emitir con rapidez una serie de mensajes que expongan la realidad de la infaestructura turística y hablar de que las condiciones son propicias para que los turistas no cancelen reservaciones y sigan viajando. Pero esos mensajes deben estar sustentados en la realidad. De lo contrario, terminan afectando más de lo que pueden resolver.

Y es que es verdad que el Aeropuerto Internacional de Los Cabos está operando de manera regular, recibiendo la llegada de vuelos comerciales; que la carretera que va del Aeropuerto a Cabo San Lucas está abierta al tránsito vehicular, que fue menor la afectación a la infraestructura hotelera del destino. También es cierto que los daños que dejó «Lidia» en poblaciones como San José del Cabo, son una realidad. Que no todos los caminos en la región están abiertos y que se están realizando obras para recuperar la normalidad.

¿Todos los hoteles están bien?

Sólo hay reportes de que dos hoteles tienen afectaciones menores en la zona de Cabos. Los demás, según la información disponible, se encuentran en perfectas condiciones. El asunto es que después de una tormenta de esta magnitud y de los daños que generó en la infraestructura carretera y urbana, se ve afectado el suministro de productos que los hoteles requieren para operar. Eso también es una realidad.

Es importante el trabajo de promoción que se realiza tras el paso de un meteoro en un destino turístico. Es de reconocer que lo hagan con rapidez, pero de igual manera hay versiones que vienen de la región que hablan de que no todo está en condiciones óptimas. Sin llegar al tremendismo, pero en redes sociales se puede acceder a información sobre los daños y las condiciones en la zona.

El bajo número de víctimas habla de que la cultura de prevención y protección civil ha funcionado. Se demuestra de nueva cuenta que en los destinos turísticos han funcionado. Es igual de reconocer que las autoridades están trabajando fuerte en la recuperación de la infraestructura. Es quizás un asunto de días para que todo esté en condiciones. No hay razón para adelantarse: el riesgo es que los turistas que arriben puedan constatar que no todo se encontraba listo para recibirlos. Hablo de infraestructura, servicios, suministros y productos.

 

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