Le huye a la soltería
Los Ángeles
Agencias Quequi
Ha pasado ya un año desde que la opinión pública se quedara atónita al conocer que el matrimonio de Angelina Jolie y Brad Pitt había llegado a su fin, todo un acontecimiento al que poco después se unió el inicio de un arduo y mediático litigio entre ambos por la custodia física de sus seis hijos. A lo largo de todos estos meses, la expareja ha hecho todo lo posible por mantener sus problemas maritales al margen del interés y la curiosidad de los periodistas, pero ahora la actriz no ha podido resistirse a la idea de sincerarse abiertamente sobre el calvario emocional que ha venido atravesando desde entonces.
«A veces doy la impresión de que lo tengo todo bajo control, pero la verdad es que por lo general me cuesta mucho vivir mi día a día con normalidad. Ha sido un año muy difícil en el plano emocional. No me encuentro cómoda en la soltería, no es algo que haya querido. No hay nada agradable al respecto, todo es muy complicado», se ha lamentado la intérprete en conversación con el diario The Daily Telegraph.
Además de los momentos de adversidad tras su reciente desengaño amoroso, la famosa artista también tiene que estar muy pendiente estos días de cualquier posible cambio en su estado de salud, ya que desde que se sometiera hace cuatro años a una doble mastectomía para reducir sus probabilidades de sufrir cáncer -la enfermedad que acabó con la vida de su mamá en 2007-, Angelina debe acudir con frecuencia al médico para llevar a cabo toda clase de revisiones.
«Desde luego, mi salud es algo que debo tener monitoreando en todo momento», aseguró sin dar muchos más detalles sobre este ámbito.
Pese a ser consciente de que su propio bienestar físico juega un papel fundamental a la hora de garantizar la estabilidad de su familia -Angelina es madre de Maddox, Pax, Zahara, Shiloh y los mellizos Knox y Vivienne-, la estrella de Hollywood admitía recientemente que no siempre le presta a su salud la atención que se merece, entre otras cosas porque suele estar demasiado ocupada cuidando de sus pequeños.
«No sé si será la menopausia o el resultado de la tensión que he vivido últimamente, pero hay momentos del día en que me siento muy débil. Las madres solemos preocuparnos tanto por nuestros hijos, que sin duda son nuestra máxima prioridad, que en ocasiones no nos damos cuenta de que nos estamos abandonando a nosotras mismas. Y eso acaba manifestándose en tu salud», indicaba en una entrevista previa a Vanity Fair, antes de justificar su actitud alegando que la maternidad es lo que le hace sentirse completa como «mujer».