LA JIRIBILLA Jorge González Durán
Acciones para la seguridad
Es fácil rasgarse las vestiduras. También es fácil lanzar las campanas al vuelo. Puede ser vistoso proclamar que vivimos en el peor de los mundos en materia de seguridad. Y nadie creería si se dice que no pasa nada, que todo está bien.
En materia de seguridad no se sabe hasta dónde llegaba la protección y complicidad de la anterior administración a la delincuencia de todo tipo. Al cambiar el gobierno cesa esa protección y cambian las reglas del juego. Ahora no hay acuerdos. Y entonces afloran las disputas entre las mafias por posicionarse y por controlar sus zonas de operación. Y es verdad también que las corporaciones policíacas no han tenido la eficacia para combatir a la delincuencia, por razones explicables: las corporaciones policiacas, tanto la estatal como las municipales estaban prácticamente desmanteladas. Ya el fiscal y el secretario de Seguridad Pública estatal han detallado en varias ocasiones el penoso estado en que encontraron las dependencias a su cargo. Incluso, el Cabildo de Benito Juárez anunció que se investigará a la anterior administración municipal encabezada por Paul Carrillo, sobre el uso de los recursos que se destinaron a Seguridad Pública. Ante la penosa carencia de equipamiento se presumen malos manejos. Y así en todos lados.
Es fácil decir que la delincuencia ha rebasado a las actuales autoridades. Pero hay que hacer un juicio al pasado inmediato. Y esto se ha retrasado. Lo que hoy se vive es consecuencia de lo que se recibió. Y lo que se recibió fue casi nada. Es injusto no reconocer esto por una visión sesgada de la realidad.
Está en marcha una estrategia integral de prevención del delito en Benito Juárez, para lo cual se trabaja de manera coordinada con la Policía Federal, que ha establecido mecanismos con todas las demás dependencias y niveles de gobierno: con los municipios, con las secretarías de Turismo, Comunicaciones y Transportes , con los sectores empresarial, educativo, religioso y sociedad civil.
Por primera vez se diseña una estrategia que pretende ser integral, es decir, donde también la Gendarmería, Seguridad Regional, Fuerzas federales, inteligencia e investigación científica y antidrogas.
El objetivo es, entre otros, fortalecer la proximidad y vinculación social para combatir el fenómeno delictivo. Hay que restablecer el tejido social sumamente dañado. Hay que hacer énfasis en la prevención. Lo que está en juego es mucho. Quintana Roo sigue siendo líder en generación de empleo a nivel nacional. Por eso este delicado tema no debe ser de coyuntura sino de largo aliento.