Se desata el odio en los Estados Unidos
VIRIGINA.-
De nueva cuenta, Estados Unidos fue el escenario de un incidente trágico por las diferencias raciales. La polémica marcha de blancos supremacistas «Unir a la derecha» provocó el sábado, violentos enfrentamientos en la ciudad estadounidense de Charlottesville, estado de Virginia, que dejaron un muerto y más de 20 heridos, según las autoridades.
Una de las muertes se produjo, cuando un automóvil arrolló premeditadamente a un grupo de opositores a la manifestación, y las otras dos al estrellarse un helicóptero policial.
Para el presidente Donald Trump, esta fue la semana en la que el mundo real empezó a entrometerse en su presidencia.
ENTRE BLANCOS Y NEGROS
Los violentos enfrentamientos en Charlottesville, Virginia, entre nacionalistas blancos y contramanifestantes, colocaron a Trump ante quizás la primera verdadera crisis interna de su joven administración. Y para algunos, incluso dentro de su propio Partido Republicano, se quedó corto.
Los incidentes se produjeron, después de días de tempestuosas amenazas hacia Corea del Norte, que desconcertaron a algunos estadounidenses y pusieron nerviosos a aliados. Ambos son la clase de desafíos, que definen a los presidentes, y que Trump ha evitado en gran medida durante los primeros meses de su mandato.
Mientras las imágenes de las crecientes tensiones, y el mortal atropello en Charlottesville, llenaban pantallas de televisión en todo el país, el presidente fue criticado primero por esperar demasiado tiempo para hablar sobre la violencia y luego, al hacerlo, por no condenar explícitamente a los manifestantes, supremacistas blancos que desataron los tumultos.