Singular competencia
Nasáu, Bahamas
Por Agencias Quequi
Finalmente el fenómeno de la natación, el estadounidense Michael Phelps, nacido en la ciudad de Baltimore en 1985, encontró a un nadador más veloz que él, aunque sólo sea por dos segundos.
El atleta olímpico más condecorado del mundo, poseedor de 28 medallas, perdió su anunciado duelo con un tiburón blanco en un documental emitido por el canal de televisión Discovery Channel.
Phelps, de 32 años, confesó que este reto era uno «los más difíciles» de su carrera, debido a las bajas temperaturas del agua y a las altas expectativas que había generado.
«¿La revancha? La próxima vez, en aguas más calientes», twiteó el nadador tras, su honrosa derrota.
El sueño del plusmarquista mundial de los 100 y 200 metros mariposa y de los 400 metros libres, que dejó de competir al terminar los Juegos Olímpicos de 2016 en Río, era nadar con tiburones y lo hizo realidad gracias a Discovery Channel, que le propuso participar en dos producciones para su especial “Shark Week” o “Semana del Tiburón”, una popular cita anual que la cadena organiza desde 1988 y que este año se celebra entre el 23 y 30 de julio.
Para el primero de los programas, “Escuela de Tiburones, transmitido el domingo 23 de julio, Phelps viajó a Bahamas para aprender cómo nadar entre escualos y el duelo en sí llegó con “Tiburón Vs. Phelps”, programado para ser televisado el domingo día 30, en el que «nadador más laureado de la historia» se bate en una competencia de 100 metros contra el “asesino más mortífero de los océanos», según lo promocionó la cadena.
El resultado es que el nadador tardó 38.1 segundos en recorrer los 100 metros y el tiburón blanco, 36.1. Pero Phelps también retó a otros escualos como el tiburón de los arrecifes o el tiburón martillo. Consiguió vencer al primero, pero también perdió contra el segundo.
Sin embargo, el atleta no nadaba en realidad junto a los tiburones, para decepción de muchos de los que vieron el programa. Equipado con una aleta para aumentar su velocidad y bajo la supervisión de expertos y buceadores, Phelps nadó la misma distancia que un tiburón filmado antes. Gracias a los efectos especiales, en la pantalla se veía a uno al lado del otro, separados por una línea de boyas como en una piscina olímpica, de modo que ambos sólo se enfrentaron de forma virtual.