CIRCA 1953: Actress Marilyn Monroe poses for a portrait in circa 1953. (Photo by Michael Ochs Archives/Getty Images)

La muy extraña dieta de Marilyn Monroe

Ciudad de México

Agencias Quequi

 

Marilyn Monroe es, sin duda, el ícono de sensualidad en Hollywood. Su belleza ha roto las barreras del tiempo y del olvido, y aunque ahora los estereotipos de belleza han cambiado, ella se mantiene como un referente de feminidad.

¿Cuál era el secreto de su curvilínea figura? En la era de las dietas y de los métodos alternativos para perder peso, ha resurgido la estricta y muy extraña dieta que, según ella, la mantenía en buen estado físico.

Aunque la estrella tenía una figura que todas envidiaban, el régimen alimenticio que seguía es tan extraño como poco saludable. En una entrevista que concedió en 1952 a la revista Pageant, la actriz confesó la rutina que llevaba.

Su desayuno consistía en un tomar un vaso de leche tibia con dos huevos batidos crudos: «Empiezo por calentar una taza de leche en la parrilla de gas que tengo en mi habitación de hotel. Cuando está tibia, rompo dos huevos en la leche, lo bato con un tenedor y me lo voy tomando mientras me visto. Lo suplemento con una pastilla de multivitaminas”, confesó Monroe cuando tenía 26 años.

Convencida de los resultados de su secreto de alimentación, Marilyn aseguró: «Dudo que algún doctor recomiende un desayuno más saludable para una chica con prisas”.

Marilyn, quien sufría problemas para mantener su peso, no ingería, además, alimento alguno a la hora de la comida. Por la noche, la actriz comía una porción de proteína con zanahorias: «Cada noche paso al mercado y me compro un filete de ternera, cordero o un poco de hígado, lo caliento en el horno eléctrico de mi habitación. Normalmente, me como cuatro o cinco zanahorias crudas con la carne. Debo tener algo de conejo porque nunca me canso de las zanahorias crudas”, explicó a la publicación.

Tentada por los postres, confesó: «Menos mal que como poco durante el día porque en los últimos meses he agarrado el hábito de pasar a la tienda de helados de Will Wright y me compro un ‘hot fudge sundae’ cuando vuelvo de mis clases nocturnas de arte dramático. Estoy segura de que puedo permitirme este capricho, ya que mi dieta está compuesta casi totalmente de proteínas».

Hace unos años, la periodista Rebecca Harrington de New York Magazine puso en práctica esta polémica dieta y, según su narración, tuvo consecuencias negativas en su cuerpo: “El resultado: una mezcla terrible de desmayos, puntos negros y riesgo de salmonela (enfermedad ocasionada por el consumo de alimentos crudos)”.

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