Arriesgaron todo por vivir en el destino

Por Redacción>Quequi

 

En su cumpleaños número 47,  la ciudad de Cancún está llena de anécdotas por parte de quienes arriesgaron todo por llegar a una ciudad que apenas se empezaba a concebir en trazos.

La periodista Lilia Arellano platicó sobre historias con el también periodista Jorge González Durán, el ex presidente municipal Carlos Cardín Pérez, los fundadores María Guadalupe Pérez Izquierdo, Carlos Alberto Bazán Castro, Jesús Muñoz Serrano, Sarita Ortega y  Ricardo Lujambio González.

María Guadalupe recordó que en el 73, ya vivía en Cancún con sus hijas y su marido, visitaron Belice, de donde trajeron cargando una perrita que meses después se cruzó y tuvo sus crías ¡¡¡sobre su cama!!!. Su expresión de desagrado contrastaba con los gritos de júbilo de su hija que le mostraba todo lo que era capaz de hacer una madre por sus hijos.

Carlos Bazán Castro recordó que llegó en 1974 a vivir a Cancún, cuando prácticamente todo era selva,  su abuela materna pedía que no los inscribieran a la escuela porque todo era Selva,  no quería que lo expusieran. Ricardo Lujambio recordó que trabajaban en la construcción del auditorio Cecilio Chí, les faltaba colar el techo pero el material tardaba mucho en llegar, cayó la noche y los albañiles se acostaron en la obra, cuando por fin llegó el material nadie se movió por lo que junto con Carlos Valle agarraron sus palas y carretillas y empezaron a trabajar, mientras que todos los veían, poco a poco se incorporaron.

Otro de ellos comentó que  cuando vinieron en una visita oficial los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, decidió usar un traje de charro y  adornó el pantalón con muchos centenarios. Al verlo el rey comentó “Yo creí que ya no había oro en México”, y los saludó de mano.

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