Germán Gallegos cruz

Aprehensión concertada Por Germán Gallegos Cruz

Atento recado a los presuntos culpables

 

Dice un conocido refrán «la burra no era arisca, los palos la volvieron» ¿Por qué los mexicanos no creen en lo que dice el Gobierno? Con la «cacareada» aprehensión de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, surgieron tantas interrogantes y expresiones de incredulidad, que las redes sociales saturaron de cuestionamientos al Gobierno Federal. ¿En verdad no conocían el paradero del prófugo Duarte? Los más amables dijeron que el Gobierno Federal administra con cálculo milimétrico la aplicación de la justicia, con fines electorales. Otros se preguntan, si a sabiendas que el ahora recluido en una cárcel militar de Guatemala, era culpable de innumerables delitos patrimoniales; ¿Por qué lo dejaron ir? Lo más cuestionable es el aparente linchamiento de sus propios correligionarios. Resulta que el PRI, partido que cobijó sus fechorías, ahora recarga todo su maltrecho cuerpo en contra de su otrora «hijo» predilecto, que llegó a tener la categoría del nuevo rostro del partido, según palabras del propio presidente de la República. La gente no cree en esta puesta en escena por razones de lógica elemental. ¿Cómo es posible que durante todo el mandato de Javier Duarte, el PRI, junto al Gobierno Federal, no tuvieron conocimiento que el regordete gobernador veracruzano, era un auténtico ladrón? Denuncias de sus excesos y atropellos estuvieron a la orden del día, sin que autoridad alguna actuara para atemperar su conducta delincuencial. Están documentados 17 asesinatos de periodistas en tierras veracruzanas, durante el mandato de este cínico gobernante. ¿Alguien atendió las denuncias? Absolutamente ninguna autoridad judicial cuestionó a Javier Duarte, respecto al autoritarismo feudal que aplicó durante su desastroso gobierno. Por eso el cuestionamiento de la gente y el mío propio. ¿Hasta ahora se enteraron los priistas y el presidente Enrique Peña Nieto, que el señor Duarte era un malhechor? No es nada aventurado que la captura de este ingrato veracruzano, tenga intenciones «electoreras». Ahora el Gobierno Federal trata de vendernos este acto de justicia, como una hazaña gubernamental. Hay sobradas sospechas para pensar mal de esta aprehensión anunciada. Hace muchos años, cuando no existían los avances tecnológicos de hoy, el Cisen, sabía cuántas veces defecaba la gente al día. Sabía en qué lugares te reunías con tus contertulios, sabía cuántas llamadas telefónicas hacías, etc. No es posible que en la era satelital y la cibernética, los órganos de inteligencia del Gobierno mexicano le pierdan la pista a un evidente ladrón. A un especial ladrón, que no puede ocultar la voluminosa riqueza que le robó a los veracruzanos. Hay otras dudas surgidas en el escenario de la captura de Javier Duarte. ¿Por qué la presencia de la Policía Federal de México, en tiempo tan oportuno? Desconozco si hay convenios en las relaciones bilaterales, entre México y Guatemala, de asistencia policial extra fronteras, que no pueda hacer la Interpol, en la aprehensión de un prófugo de la justicia. Pero la presencia de la Policía Federal mexicana en suelo guatemalteco, tiene un tufo injerencista.

 

DICEN LAS MALAS LENGUAS…

 

Conforme se acerque el proceso electoral del 2018, irán cayendo gradualmente los exgobernadores ladrones. Javier Duarte, un pez gordo, su captura aparentemente apuntala a los candidatos del PRI, en las elecciones más próxima, principalmente la del Estado de México. El PRI, no puede darse el lujo de perder la elección en el estado donde nació el presidente de la República. Si así fuera, la suerte del actual Gobierno estaría en difícil predicamento. Otros aseguran que, traerán «mecateado» a Duarte, para despotricar contra López Obrador y tratar de bajarlo de la evidente ventaja que le lleva a sus adversarios, en la carrera por la presidencia de la República del 2018. La pregunte obligada: ¿Les alcanzará con Duarte y Yarrington? Creo que necesitarán al otro Duarte, el de Chihuahua; a Borge, el de Quintana Roo; a Rodrigo Medina, de Nuevo Leín y si de pilón ponen a Humberto Moreira, de Coahuila, puede que les alcance. Por supuesto, si les ponen castigo ejemplar, decomisando toda, pero toda la riqueza mal habida de estos siniestro personajes. Parece que las herramientas de la comunicación, informan a la gente, generan conciencia y poco a poco, los ciudadanos identifican a sus verdugos. Sin duda el PRI, está herido de muerte. Por más que machaquen en desgastado discurso, bondades inexistentes, la gente poco cree. Todo mundo sabe que la aceptación ciudadana del presidente Peña Nieto es mínima. Necesita superar el rechazo antes que entre a la recta final de su mandato. Y la única forma, es dar satisfacción a los ofendidos de tanta corrupción e impunidad. El presidente sabe perfectamente, que nunca en la historia de México, se había llegado a niveles tan altos de corrupción en toda la estructura del poder. Roban impunemente los presidentes municipales, los gobernadores, los diputados y senadores, los secretarios de estado, los miembros del Poder Judicial, etc. Y no pasa nada. Con justa razón dice la gente: Ni a cual irle. Para concluir esta entrega, quiero sugerirle a los que andan a salto de mata; ahórrenle un poco de recursos al gobierno. Entréguense de una vez y terminamos con los rencores y con la espera.

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