Enfurecen disculpas a El Diablo
Por Raimon Rosado
Como una burla y una ridiculez fue calificada por la víctima la disculpa pública ofrecida por la Fiscalía General del Estado a Héctor Casique Fernández, por las torturas y agrados recibidos por policías judiciales y funcionarios de esta instancia en 2013, debido a que los involucrados continúan desempeñando sus funciones, no se le ha indemnizado ni restituido a su trabajo como empleado de gobierno.
Casique Fernandez, a quien las autoridades lo presentaron como “El Diablo”, supuesto cabecilla del narcotráfico, fue torturado por 30 horas, perdiendo la visión en un ojo además de dañarle los genitales; todo con el fin de que se confesara como autor intelectual del asesinato de siete personas en el bar “La Sirenita” de esta ciudad. Esta confesión fue desechada por los juzgados por la manera en la que fue obtenida, de modo que, después de permanecer tres años y medio tras las rejas, el exescolta obtuvo su libertad.
Parte de las medidas restitutorias, en cumplimiento a la recomendación 1617/2015, era la disculpa pública por parte de la Fiscalía General del Estado, la que se realizó ayer en una ceremonia en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Chdeqroo), en la que la ausencias del fiscal, Miguel Ángel Pech Cen, y del ombudsman, Herley Sosa Guillén, fue notoria.
En su lugar, tocó a la vice fiscal general, Rosaura Villanueva Artzápalo, leer el pliego de disculpa pública, que fueron atestiguadas por el segundo visitador de la Cdheqroo, Luis Fernando Medina Garcés, y Jacqueline Areola Pérez, de la Comisión de Atención a Víctimas. Escuchando estoicos estaban las víctimas, Héctor Casique y su supuesto “cómplice”, Maximiliano Ezequiel Millán González, hoy también exonerado.
Pese a que la vice fiscal reconoció a las víctimas como personas merecedoras de respeto, señaló de manera contundente, que las disculpas ofrecidas son una mera formalidad.
“Son un protocolo que tenemos que seguir, pero realmente no las acepto; es absurdo, es una ridiculez. No está aquí el señor fiscal, quien tenía que estar aquí dando la cara”, se quejó. “Con él hablamos y dio su palabra de que estaría acá.”
“Con esto me lo voy a echar de enemigo pero a mí me vale ma…”, añadió.
Pero más importante que eso, señaló, es que no se ha finado responsabilidades ni separado de sus funciones a los 43 policías judiciales que lo torturaron, de quienes dio una lista de nombres y apellidos, además de mencionar al exsecretario de Seguridad Pública, Juan Pedro Mercader; a su subsecretario, Alejandro Gamboa Cadena; al exdirector de la Policía Judicial, Francisco Olivares Mendiola; y a Jaime Ongay Ortiz, quien actualmente ocupa la titularidad en Seguridad Pública de Isla Mujeres.
“Yo lo que quiero es que se detengan a esos 43 que me torturaron. ¿Por qué no les han emitido órdenes de aprehensión? A mí me sobran huevos, si les hacen falta, les prestó”, exclamó.
Para colmo, en esta disculpa pública, que se da en un tono similar a las recibidas meses atrás por Seguridad Pública de Benito Juárez, no se reconoce su inocencia.
También presente en el evento estaba su madre, Yazkade Fernández, quien dijo que por ningún lado se ha hecho justicia en el caso de su hijo, quien quedó con secuelas de por vida, como ceguera de un ojo y pérdida de órganos.
Bastaron 13 horas para fabricarle un expediente completo y vincularlo con delincuentes y ya han pasado más de dos años y no se ha detenido a ninguno de los 43 funcionarios de la fiscalía que lo torturaron, se lamentó.
“Es difícil como madre ver que tu hijo nació bien y lo dejaron enfermo para siempre” señaló.
Finalmente, Héctor Casique, acotó que lo único que espera, es que se le indemnice y se le devuelva su trabajo en el área de Ayudantía del Gobierno del Estado, para laborar un tiempo y luego, de ser posible, irse a radicar a otro país, pues continúa recibiendo amenazas, tal como las recibió en su momento Harley Sosa Guillén, al asumir la defensa de su caso.