2024, año más letal para humanitarios

ONU reporta 281 trabajadores voluntarios asesinados, siendo Oriente Medio el foco principal.

Por Agencias
Ginebra

Este año, 281 trabajadores humanitarios han perdido la vida en zonas de conflicto, convirtiendo a 2024 en el año más letal registrado para este sector, según informó el viernes la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). La cifra, que ya supera las 280 muertes reportadas en 2023, refleja el creciente peligro al que se enfrentan quienes brindan apoyo en crisis internacionales.

El epicentro de la tragedia
El derramamiento de sangre en Oriente Medio es la causa principal de las muertes en 2024. Según Jens Laerke, portavoz de la OCHA, gran parte de los ataques mortales ocurrieron en áreas palestinas ocupadas, donde al menos 230 trabajadores humanitarios han sido asesinados. Aunque no se especifica si los incidentes tuvieron lugar en Gaza o Cisjordania, el conflicto entre Israel y Hamás desde octubre de 2023 ha exacerbado los riesgos.


El conflicto, que ya lleva 13 meses, ha dejado más de 44,000 muertos en Gaza, según cifras locales, con mujeres y niños representando más de la mitad de las víctimas. Mientras tanto, el ejército israelí asegura haber eliminado a 17,000 combatientes militantes, aunque no ha proporcionado pruebas que respalden esta afirmación.


La violencia contra trabajadores de ayuda no se limita a Oriente Medio. Afganistán, Sudán del Sur, Congo, Ucrania y Yemen también figuran entre los países con altos niveles de violencia, secuestros, lesiones y detenciones arbitrarias, según Laerke.


De los 281 humanitarios asesinados en 2024, 268 eran personal nacional, muchos de ellos empleados por organizaciones como la Cruz Roja y la Media Luna Roja, mientras que 13 eran trabajadores internacionales.

Llamado a la protección
La ONU destacó que estos datos provienen de la Base de Datos de Seguridad de los Trabajadores de Ayuda, un proyecto financiado por Estados Unidos y gestionado por Humanitarian Outcomes. Jens Laerke subrayó la necesidad urgente de mejorar la protección para estos trabajadores, quienes enfrentan peligros extremos mientras cumplen su misión de salvar vidas.


“Los trabajadores humanitarios son el mejor ejemplo de lo que la humanidad puede ofrecer, pero están siendo asesinados en números récord”, declaró Laerke.


La creciente hostilidad hacia los trabajadores humanitarios plantea un desafío crítico para las organizaciones internacionales. Las muertes no solo representan una tragedia humana, sino que también complican la entrega de ayuda en regiones que dependen de estos esfuerzos para sobrevivir.


La comunidad internacional se enfrenta a la urgente tarea de garantizar la seguridad de quienes arriesgan sus vidas para ayudar a otros, especialmente en un contexto de conflictos prolongados y crecientes necesidades humanitarias en todo el mundo.

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