Agobiados por deudas
Por Javier Chumacero
La clase media cancunense padece ansiedad que se refleja en falta de sueño, dolores estomacales y de cabeza, nervios y olvidos frecuentes, provocado por deudas financieras, problemas familiares y principalmente, por una falta de espiritualidad aún entre las personas creyentes, aseguró el psiquiatra de una clínica privada, Enrique Barrales Isla.
Luego de dar una charla a un grupo de psicólogos en el DIF municipal, se pronunció por la urgencia de construir un hospital psiquiátrico, ya que un paciente de escasos recursos debe esperar tres meses en promedio para una consulta en el Hospital General.
“La ansiedad muchas veces no es negativa, ya que está considerada como el motor de la creatividad, pero cuando los síntomas mencionados anteriormente duran mucho tiempo, es recomendable acudir a un especialista porque la situación ya se salió de control. Y aquí en la zona norte del estado, hay mucha competitividad en los empleos, lo cual es un factor que produce esa ansiedad o depresión entre la población”, indicó en entrevista.
De hecho, añadió, es probable que una persona padezca al mismo tiempo ambas enfermedades en lo que se conoce como trastorno ansioso-depresivo. Precisó que el diagnóstico lo puede dar un médico general y dependiendo de la gravedad o de la urgencia, se debe turnar a un especialista, quien está facultado para dar el tratamiento con receta.
Por otra parte afirman que la depresión ha ido en aumento entre las personas en edad productiva y es conocida como la “enfermedad de las mil caras”, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2020 pudiera ser la primera causa de deserción laboral, puntualizó la psicóloga Evelyn Parra Sánchez. “Aproximadamente el 70% de la gente que busca ayuda en consultas públicas tiene este síndrome”, acotó.
“Mucha gente está deprimida y no lo sabe. No es normal estar triste, irritable sin ganas de hacer nada, con una importante pérdida de memoria y concentración, así como con conductas autodestructivas. Lo mejor es que tiene cura con un tratamiento a tiempo y mejora la calidad de vida de las personas”, enfatizó en entrevista.
Hay un rango de ciudadanos entre 20 y 45 años que acuden a instituciones públicas como el DIF porque “están enojados” e intentan corregir ese estado de ánimo, dijo la especialista, quien precisó que esto no tiene nada que ver con las llamadas “crisis de vida”, que se presentan en la adolescencia, cuando muere un ser querido, cuando el varón cumple los 50 años o al momento de jubilarse.
“La depresión es un síndrome que afecta el estado de ánimo. Es un trastorno con decenas de síntomas como la falta de sueño y de apetito sexual, ausencia de hambre, aislamiento del entorno familiar, desesperanza, pensamientos suicidas e incluso en los adolescentes, predomina el cuting, que es provocarse lesiones en la piel”, explicó.a
