No serán muchas, serán machos

Por primera vez en muchos años, mujeres de Quintana Roo ya se disputaban las candidaturas a las presidencias municipales más importantes del estado como son Benito Juárez, Playa del Carmen y Othón P. Blanco, las tres con número impar de postulaciones, que les garantizaba, según un acuerdo del Instituto Nacional Electoral (INE), que estas presidencias municipales fueran encabezadas por representantes del género femenino. Sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), revocó esta disposición que consideró como “desafortunada porque se excedió en sus facultades”.

Ante ello, las aspiraciones de las féminas fueron frustradas al quedar como si hubiera sido un sueño. Algunas de las aspirantes que confiaban en que gozarían de ese fugaz beneficio solicitaron licencia a sus cargos de elección popular y otras renunciaron a sus puestos de primer orden en las administraciones municipales, pues creyeron que “ahora sí” la revolución les había hecho justicia, pero el TEPJF las hizo volver a la realidad.

Y no solo la decepción alcanzó a las mujeres políticas quintanarroenses, sino también a las de otros 12 estados de la República, donde se llevarán a cabo elecciones este año. El acuerdo revocó la facultad de atracción del INE para emitir criterios para garantizar la paridad de género en todas las candidaturas que serían votadas el próximo 5 de junio. En el caso de Quintana Roo, con 11 municipios, obligaba a los partidos a postular a seis mujeres y cinco hombres como candidatos a las presidencias municipales de la entidad, ahora puede variar a seis hombres y cinco mujeres.

Por lo anterior, aún cuando el PRI cedió la candidatura a la presidencia municipal de Benito Juárez al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con ello al diputado federal con licencia Remberto Estrada Barba, que con el acuerdo del INE vio por casi un mes derrumbadas sus aspiraciones, la diputada local Susana Hurtado Vallejo, pensando en ese beneficio solicitó licencia y cedió su lugar en el Congreso a la secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Benito Juárez, Delia Alvarado.

De igual forma, también renunció a su cargo, como oficial mayor de la administración municipal, la contadora Gabriela Rodríguez Gálvez, quien dejó su lugar a la licenciada Nora Viviana Espinoza Hernández, quien se desempeñaba hasta el 5 de marzo, como Oficial Mayor del DIF municipal.

Otra mujer ahora decepcionada, que lo mismo aspiraba a ser candidata por la presidencia municipal de Benito Juárez, como por la de Puerto Morelos, donde ya hablaba como si fuera oriunda del lugar, es también la diputada local, primera en pedir licencia al Congreso, Marybel Villegas Canché, quien cedió su lugar a María Elena Ruíz Molina.

Sin embargo, hay que decir que, en el caso de Benito Juárez, desde un principio se sabía que ninguna mujer priista podía ser candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez, porque esa jurisdicción, lo mismo que Puerto Morelos le corresponde al PVEM, según acuerdo entre cúpulas, razón por la cual también “se quedó chiflando en la loma” Laura Fernández Piña, pues la más segura candidata es la ex diputada federal verde ecologista Gabriela Medrano Galindo, aunque el ex secretario general del Ayuntamiento José de la Peña, también se anota.

También hay que decir que una realidad de la mayoría de los partidos es la escasez de cuadros femeninos, razón por lo cual se habían visto muy afectados por el acuerdo del INE que pedía la equidad de género con prevalencia a la mujer. Por ejemplo, en este mismo municipio el Partido Encuentro Social (PES), ya había buscado a la pionera Tiziana Roma Barrera, para sustituir a su candidato natural, el doctor Manuel Tacú.

Con ese acuerdo del INE, ahora revocado, los dirigentes de los partidos no solo pensaban en que deberían ser seis candidatas y cinco candidatos a las presidencias municipales de la entidad, sino que en tres de los más importantes municipios, como son Benito Juárez, con más de la mitad de la población del estado, Solidaridad con las mejores playas en la Riviera Maya y Othón P. Blanco, capital del estado, deberían ser gobernadas forzosamente por mujeres, lo que era difícil de cumplir.

Es así que en Playa del Carmen, el PRI ya tenía listas a dos precandidatas a la presidencia municipal, Teresa Flota Alcocer, hermana del presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Pedro Flota Alcocer y la maestra Angela Sánchez. En el caso del PRD ya se mencionaba con insistencia Laura Beristain Navarrete. Y es que con el ahora denegado acuerdo del INE tenían muchísimas posibilidades de que cualquiera de ellas fuera, por sus respectivos partidos, la abanderada a la silla presidencial.

En Othón P. Blanco, los representantes de las coaliciones y partidos políticos, también se habían visto en un gran lío, para conseguir a su candidata ideal. Todavía hasta el jueves, antes de conocerse la revocación del multicitado acuerdo de respetar la paridad de género, se manejaba como posibles aspirantes por el PRI a la diputada federal con licencia Arlet Mólgora Glover, a Alondra Herrera Pavón, directora del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Quintana Roo y a la misma Cora Amalia Castilla Madrid, ex oficial mayor, quien se había apuntado entre los aspirantes al gobierno del estado.

Desafortunadamente, lo seguro es que habrá contraordenes, pues ya no existe la ordenanza de respetar la equidad de género con prioridad a las féminas, por lo menos en esta elección, donde se hacía obligatorio para estos y tres municipios.

Por Cliserio Cedillo>Quequi

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