Pierden batalla ante tianguistas

CANCÚN. Los mercados públicos perdieron la batalla ante los tianguistas, las cadenas de supermercados, las tiendas de conveniencia e incluso, no supieron unirse y reinventar el modelo, por lo que Cancún a diferencia de la mayoría de ciudades importantes del país carece de estos espacios, donde se supone que se venden más baratos y frescos los productos del mar y del campo.

Actualmente, el municipio sólo conserva un total de 18 locales en dos pequeños mercadillos uno en la Región 101 y otro en la Región 95. Pedro Reyes, director de Patrimonio mencionó que incluso algunos de ellos abandonaron el giro y el predio es utilizado como bodegas para la Secretaría de Seguridad Pública o el Archivo Municipal.

La historia del declive inició hace dos décadas, cuando de común acuerdo, los locatarios de los mercados como el 23, el 28, El Parián y otros más, decidieron comprar el predio y las instalaciones e independizarse. Con esta medida, pagan su derecho de recolección de desechos, el predial así como el agua. En esos años, el auge comercial apenas iniciaba y aún podían vivir de la vendimia.

No obstante, poco a poco, primero las tiendas de conveniencia, luego las grandes extensiones de supermercados y al final los grupos de tianguistas forzaron el cierre de los mercados, dejando abiertos pequeños espacios.

En otras ciudades como Mérida, funciona con bastante éxito el mercado municipal que es toda una tradición. El Parián por ejemplo, ya sólo son los locales ubicados en la avenida José López Portillo, ya que desde hace muchos años, donde se vendían artículos perecederos acabaron bajando sus cortinas por las bajas ventas.

El Chetumalito es otro de los mercados en los que actualmente sólo están tres familias con poca mercancía, comprada sólo por los fieles vecinos del lugar. Caso contrario, el mercadito que se encuentra en la colonia Donceles, es frecuentado tanto para la adquisición de fruta principalmente, así como para la hora de la comida.

También se puede decir que debido a la baja del poder adquisitivo, gran parte de la población prefirió los bajos precios que ofrecen los tianguistas sin importar si el producto es nuevo o usado.

(Por Javier Chumacero)

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